Recientemente vino a Torreón el señor Juan Villoro y dictó una conferencia sobre futbol soccer. No tuve la oportunidad de estar presente y escuchar directamente sus conceptos sobre el tema, sino sólo de leer algunas notas y comentarios que publicó la prensa local con motivo de esa visita a nuestra ciudad y sobre su charla.
Como se sabe, el escritor Juan Villoro es conocido por ser un gran apasionado del soccer. Tiene sin embargo algunas ideas peculiares al respecto. Entre otras, y las menciono sólo a manera de ejemplo, que en el país existe un afición al futbol que hace más esfuerzo que los jugadores, razón por la cual si hubiera un mundial de públicos México llegaría a la final. Afirma asimismo que en el futbol mexicano el jugador se asusta más cuando va ganando que cuando va perdiendo.
En fin, sostiene también que el futbol es como un espejo que refleja a la sociedad. Sin embargo, por la forma como dice las cosas y el énfasis que pone al expresarlas, a veces parece que en realidad Villoro sostiene la tesis contraria, es decir, que la sociedad mexicana es un reflejo del futbol. De lo cual, siempre que mi interpretación sea correcta, que espero no lo sea, se derivaría que el soccer no sólo forma parte de la cultura mexicana (en sentido amplio) sino que sería la cultura mexicana misma. Lo cual de plano sería ya un exceso.
Otro deporte, el beisbol, el preferido de los mexicanos hasta hace cuatro o cinco décadas, tuvo gran arraigo en la población. Pero ni por asomo pudo haberse dicho de él hace medio siglo que fuera un espejo de la sociedad mexicana. Y eso que su grado de penetración fue enorme. Va un botón de muestra.
La gente de todo México, si bien en algunas regiones más que en otras, estaba entonces familiarizada con el Rey de los Deportes. Reminiscencias de ello han quedado, por ejemplo, en el lenguaje popular. Van algunos ejemplos al canto, de expresiones que todavía hoy se oyen aún en regiones típicamente futboleras:
"Ni picha ni cacha ni deja batear", "llegó barrido", "hizo pisa y corre", "se voló la barda", "lo poncharon", "me lanzó una bola ensalivada", "estaba en capilla", "te tenían en 3 y 2", "estabas en cuenta máxima", "lo traían en tira y tira", "te robaron la señal", "¡tú llegas con los spikes por delante!", "atrás los filders", "diste para doble play", "tenías la casa llena", "se va, se va, se va", "te dejaron abanicando", "me batearon (todo lo que propuse)", "esto no se acaba hasta que se termina", y otras más.
Ningún otro deporte tiene una aportación tan rica al habla popular como el beisbol. Saque cada quien sus conclusiones.
Jagarciav@yahoo.com.mx