Durante el último periodo de su actual gobierno, delitos como el homicidio, secuestro y robo con violencia se incrementaron.
De acuerdo a un informe redactado por México Evalúa, Centro de Análisis de Políticas Públicas. A.C., el promedio mensual de víctimas visibles e invisibles de homicidio, secuestro y robo con violencia en Durango aumentó marcadamente en el último periodo de gobierno.
Entre el sexenio de Ismael Hernández Deras y del actual mandatario estatal que encabeza Jorge Herrera Caldera, el homicidio se duplicó (pasó de 160 a 360 casos); el secuestro se multiplicó por 10 (pasó de 5 a 54); y el robo con violencia pasó de 210 a mil 221.
En el caso específico del robo de auto con violencia, el promedio mensual de víctimas pasó de 86 a 521; cifras que son realmente alarmantes, afirmó la Secretaría General del Partido Acción Nacional en la entidad, Claudia Hernández Espino.
Al hacer un balance del primer año de gobierno de la administración de Herrera Caldera citó que es claro y evidente que el primer gran problema que enfrenta la sociedad duranguense es la falta de seguridad en todo el territorio, especialmente en la capital y la zona de La Laguna.
En estos sitios el índice de delincuencia se ha incrementado de forma alarmante, especialmente en los delitos del fuero común, que son responsabilidad plena del Estado.
Aunque en el discurso oficial hemos escuchado la preocupación y ocupación de las autoridades estatales por atender este tema, son pocas las acciones concretas que se han realizado y la inversión en el tema de seguridad ha sido magro, puesto que en términos claros el gobierno del Estado sólo ha invertido 45 centavos por ciudadano en su presupuesto para dicha tarea.
Ante estas circunstancias es claro que las instituciones policíacas están debilitadas frente al crimen, ya no hablemos del crimen organizado, sino del fuero común, por lo que la corrupción y la impunidad han crecido de forma desmedida, a tal grado que la Embajada de Estados Unidos ha informado a su gobierno de esta situación y cataloga a Durango como el estado cuya sociedad se descompone más rápidamente.
