El artista madrileño Mateo Maté traslada el tema de la militarización al ámbito del museo.
En las muestras Zona restringida y Puntos de cruce, el español Mateo Maté y el colombiano Edwin Sánchez reflexionan sobre el tema de la militarización y la violencia, que para ambos artistas, es un fenómeno que no sólo afecta a tal o cual país, sino que se trata de un problema global.
En la Zona restringida de Maté (Madrid, 1964), el espectador puede apreciar el contorno del continente americano, formado con tensa-barreras. Pero, antes de decidir atravesarlos, debe tomar en cuenta que todos sus movimientos serán registrados por las tres cámaras de video y los tres monitores -a cargo de un vigilante de seguridad- que también forman parte de la instalación.
Así, el artista madrileño traslada el tema de la militarización al ámbito del museo, un espacio en el que -explica- también existen relaciones de jerarquía, vigilancia y control.
Esos elementos de coacción de los que habla el artista español, están presentes no sólo en América, también en Europa. En el caso de España, Maté se refirió a los problemas de violencia que sacuden a su país y que se han derivado de los intentos independistas de Cataluña y el País Vasco, donde, incluso -dice- la coacción o la violencia se hacen presentes a través de la discriminación hacia aquellos que no hablan catalán, por ejemplo.
De ahí que, Zona Restringida sea una instalación realizada originalmente para el contexto español, país en el que los tensa-barreras tomaron la forma del continente europeo.
Clases para matar
También en la Sala de Arte Público Siqueiros, junto a Zona restringida –curada por María Viamonte- , se exhibe Puntos de cruce de Edwin Sánchez (Bogotá, 1976), y curada por María Elena Ortiz.
Aunque Sánchez y Maté abordan el tema de la militarización y la violencia, cada uno lo hace desde una perspectiva diferente, enmarcada en los contextos políticos y sociales de sus respectivos países. De tal manera que si la instalación del español Mateo Maté resulta un tanto abstracta, en las obras del colombiano Edwin Sánchez se evidencia a través de testimonios o imágenes tomadas de la realidad la situación de Colombia.
En el video-instalación Clases de cuchillo por ejemplo, Jimmy, un joven drogadicto que vagaba por las calles de Bogotá, habla sobre cuál es el mejor cuchillo para asesinar a una persona, explica cómo construir uno y describe los lugares del cuerpo que alguien se debe proteger o hacia cuales se debe apuntar cuando se tiene una pelea con armas blancas.
Mientras que Ejercicio de anulación es el registro de una acción provocativa por parte de Sánchez, quien camina por las calles bogotanas mientras cubre con una caja a un mendigo que pide limosnas. Durante su trayecto, el artista es detenido por un policía.
La muestra del colombiano, está integrada por otras tres obras igual de inquietantes. Estas muestras que se exhiben en la Sala de Arte Público Siqueiros (Tres Picos 29, Polanco, atrás del Museo Nacional de Antropología) hasta el 17 de julio; ambas son una oportunidad para reflexionar sobre la situación de violencia que sacude al país y al mundo.
