Visita el Papa una cárcel en Roma
El Papa Benedicto XVI defendió hoy la dignidad humana de los encarcelados, urgió a erradicar los errores en la justicia, la superpoblación de los penales y el maltrato a los prisioneros.
El pontífice visitó este domingo las instalaciones de la cárcel de Rebbibia, a las afueras de Roma, donde se reunió con detenidos y agentes de la Policía penitenciaria italiana en la iglesia de la estructura, intitulada al 'Padre Nuestro'.
'Los encarcelados son personas humanas que merecen, no obstante sus crímenes, ser tratados con respeto y dignidad. Tienen necesidad de nuestra cercanía', dijo.
'Quisiera poder ponerme a escuchar la historia personal de cada uno, pero no me es posible, pero he venido a decirles simplemente que Dios os ama con un amor infinito', agregó.
El líder católico confesó su 'alegría y conmoción' por su encuentro con las personas que se encuentran privadas de la libertad, a quienes les recordó que Cristo también vivió la experiencia de estar en la cárcel poco antes de morir en la cruz.
Además instó a las autoridades a adoptar sistemas judiciales y carcelarios independientes, para restablecer la justicia y reeducar a los culpables.
'Es necesario erradicar los casos de error de la justicia y los maltratos a los prisioneros, las numerosas ocasiones de no aplicación de la ley que corresponden a una violación de los derechos humanos y las encarcelaciones que no terminan si no tardíamente o jamás en un proceso', ponderó.
Confesó que conoce la realidad de superpoblación y degradación que imperan en las cárceles, las cuales pueden hacer aún más amarga la detención, porque recibió varias cartas de detenidos que lo subrayan.
Sugirió que las instituciones promuevan un análisis atento de la situación carcelaria, verifiquen las estructuras, los medios, el personal, en modo que los detenidos no cumplan una 'doble pena', a causa de las malas condiciones de los penales.
Consideró importante promover un desarrollo del sistema carcelario que, aún en el respeto de la justicia, sea cada vez más adecuado a las exigencias de la persona humana, con el recurso también de las penas que no impliquen encierro o en modalidades diversas de detención.
