Daños. En temporada de lluvias se observan los estragos en los asentamientos irregulares del municipio de Silao, en Guanajuato, por lo que muchos habitantes resultan afectados. NOTIMEX
Cerca de dos millones de mexicanos viven en zonas de riesgo porque habitan viviendas asentadas en cauces de ríos o barrancas expuestos a intensas lluvias y desbordamientos, agrietamientos o hundimientos de terreno, aseguro José Antonio Revah Lacouture, presidente del Comité Directivo del Consejo Nacional de Organismos Estatales de Vivienda (Conorevi).
Durante inauguración de la XIX Reunión Nacional del Conorevi, dijo que tienen identificadas 500 mil familias que habitan zonas de "alto riesgo" y que, además, están expuestas a problemas derivados de la mala calidad de los materiales utilizados en la construcción de las casas-habitación que provocan fracturas y grietas, así como problemas derivados del hundimiento de terrenos.
La razón, dijo, es que "el sistema financiero de vivienda ofrece oportunidad de una casa segura sólo a personas con un trabajo formal o ingresos suficientes y hay una gran cantidad de familias que no tienen esa posibilidad y además carecen de recursos económicos y viven en una situación precaria y en viviendas con riesgos estructurales (construcción), hidrometeorológicos (lluvias y desbordamientos de ríos y lagos) y geológicos (fracturas y grietas)".
Comento que hasta ahora la solución de las autoridades al problema ha sido "tapar el pozo después del niño ahogado" y canalizar los recursos a organismos federales de auxilio a la población como el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) y el plan DN-III, cuyo fin es orientar los fondos hacia programas de reconstrucción.
Revah recordó que la Conorevi presentó en diciembre pasado ante la Cámara de Diputados la petición de enfocar los recursos de la Federación al tema de la prevención de la vivienda en riesgo.
"De los 60 mil millones de pesos que solicitaron, se asignaron 10 millones al Fonden; 4 mil 500 millones al Fondo de Reconstrucción para Entidades Federativas y 50 millones al Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), siendo estos recursos utilizados para el pago de nóminas y oficinas", apuntó.
Indicó que lo ideal sería canalizar el presupuesto a través de los organismos estatales de vivienda, responsables de coordinar la política de vivienda en los estados, los cuales cuentan con recurso humano y la experiencia para hacer frente de manera eficiente al tema de zonas de riesgo.
Es decir, dijo, destinar esos 60 mil millones de pesos a la atención de estas 500 mil familias, a la prevención de la vivienda en riesgo.
"Este monto de recursos es igual al presupuesto carretero, pero aquí estamos hablando de vidas humanas", añadió.
Ariel Cano, director de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), indicó que el parque habitacional de México asciende a 35.6 millones, 17% superior al existente en 2005. La mayor parte de encuentra habitada, es decir, 28.6 millones están habitadas, lo que representa un 80%.
Otros 4.9 millones están desocupadas por diversas razones entre las que destaca: falta de servicios básicos que representan 38%; mala ubicación con 31%; y mala calidad con 10%.
Las viviendas particulares habitadas se incrementaron 6.7 millones en los últimos 10 años, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2.6%, que es mayor a la tasa de crecimiento poblacional (1.4%).
En estos 10 años, no sólo se ha construido más vivienda, además se ha mejorado la calidad de vida de los mexicanos. "Hoy las familias viven en casas con mejores servicios", señaló.
Respecto a la vivienda en riesgo, comentó que en los últimos años se han reconstruido 32 mil vivienda afectadas por fenómenos meteorológicos cuyo costo asciende a más de 200 mil millones de pesos y se han reubicado 3 mil 500 familias, lo que representa una inversión de 260 millones de pesos.
Aseguró que el Gobierno Federal, organismos públicos y privados relacionados con la vivienda y sociedad en general enfrentamos dos retos en esta materia: asegurar que la nueva vivienda nazca sin problemas de riesgo y construir unidades habitacionales basadas en la sustentabilidad.
"En el caso de las viviendas que actualmente enfrentan riesgos sólo hay un camino por seguir -añadió-: reubicarlas".
Eduardo Sojo, presidente del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), adelantó que se está trabajando en una Cuenta Satélite y en un Inventario Nacional de Vivienda cuyos objetivos son: determinar la importancia del sector vivienda en la esfera económica, establecer vínculos con la construcción, adquisición y uso de la vivienda y describir estructurada y detalladamente los flujos económicos sobre la vivienda, así como de su carácter social en el país, en el primer caso.
Y, en el caso del inventario: identificar y cuantificar las viviendas del territorio nacional, coadyuvar en las tareas de planeación y asignación de recursos, facilitar el desarrollo de programas y proyectos nacionales en materia de vivienda, con criterios homogéneos e información universal, actualizada y oportuna.
