La canciller alemana, Ángela Merkel, condenó la serie de atentados incendiarios contra automóviles registrados en Berlín y advirtió de que, pese a que tales hechos no son comparables a los disturbios vividos en Reino Unido, sí son reflejo de una "peligrosa evolución". "El terror tiene muchos rostros", afirmó la canciller, y el Estado afronta "múltiples amenazas" para la convivencia pacífica, sea el terrorismo islámico o acciones individuales, añadió, para recordar el doble atentado perpetrado en Noruega por Anders Behring Breivik. "Los autores en solitario entrañan un peligro añadido", argumentó Merkel en su discurso con ocasión del 60 aniversario de la Oficina Federal de Investigación de lo Criminal (BKA), donde manifestó todo su apoyo a la acción policial.
Merkel expresó a este respecto su preocupación por la ola de atentados incendiarios contra automóviles, principalmente en Berlín, donde en las últimas tres noches han ardido 47 coches. A pesar de que se han reforzado las patrullas policiales, en la madrugada pasada fueron quemados doce automóviles más, en su mayoría en el acomodado barrio de Charlottenburg, en la parte oeste de la ciudad. La Policía investiga un posible trasfondo político en estas acciones, que atribuye en primera línea a la izquierda radical, aunque no descarta otras vías de investigaciones, como la autoría de un pirómano aislado.
En lo que va de año han sido incendiados ya unos 300 vehículos, principalmente de alta gama y en la capital alemana.
En las últimas semanas los ataques han ido en aumento, lo que se ha relacionado tanto con los recientes disturbios de Londres como con la proximidad de las elecciones regionales en la ciudad-estado de Berlín, a celebrar el 18 de septiembre.
El alcalde-gobernador de Berlín, el socialdemócrata Klaus Wowereit, llamó ayer a la ciudadanía a observar cualquier movimiento sospechoso y denunciarlo de inmediato a la Policía.
Violencia en Londres
Cerca de 25 mil personas asistieron l funeral de los tres jóvenes que murieron en los disturbios de la ciudad de Birmingham, el 9 de agosto, durante la ola de violencia que azotó a Inglaterra la semana pasada.
La multitudinaria ceremonia al aire libre se celebró, de acuerdo con el rito musulmán, en un parque cercano al lugar donde murieron las víctimas, de 20, 30 y 31 años que ayer fueron calificadas de "mártires". Los jóvenes de origen asiático perdieron la vida al ser atropellados por un vehículo en la zona de Winson Green, a última hora de la noche del 9 de agosto, en esa ciudad del Centro de Inglaterra, mientras intentaban proteger su barrio de actos de vandalismo.