Se han atendido casos de violación sexual a niños, “pocos, pero existen”, refirió Alejandro Campa Avitia, secretario de Salud de Durango, quien a la vez resaltó que muchos de los padres no denuncian.
A los menores agredidos sólo se les brinda el tratamiento médico y psicológico, con su identidad protegida; es decisión de los padres si hacen la denuncia.
En el 80 por ciento de las situaciones el agresor es un miembro de la familia o persona cercana a ella.
El secretario de Salud enfatizó el daño permanente que ocasiona una violación a los infantes, “un dolor de esos no se quita nunca”. Es por ello que las víctimas de estas agresiones deben seguir con un tratamiento de por vida, pues desarrollarán trastornos de conducta y traumas.
CUIDADO
El secretario resaltó como medidas de prevención de un abuso o violación a los niños no dejarlos con extraños, no confiar en nadie, casi a la exageración de estar sólo con sus padres, tener cuidado el trato de las madrastras, padrastros, con quienes los cuidan y los abuelos. Es básico abrir canales de comunicación con los niños, cuando se presentan estas situaciones los menores no lo dicen por vergüenza y puede durar mucho tiempo sin darlo a conocer. En un ambiente de cariño y amor se comunican más los problemas
