VOLUNTARIOS
Son jóvenes, estudiantes, trabajadores, pero ante todo hombres y mujeres cuya vocación de servicio los lleva a dejar de lado las celebraciones en fechas especiales para salvar vidas.
Paramédicos y socorristas de la Cruz Roja de Torreón, que abrazaron las primeras horas de 2011, entre sirenas y llamadas de emergencia, la pasada noche del 31 de diciembre, de servicio en su lugar favorito, el centro de atención.
El 90 por ciento de las personas que despidieron el año 2010 atendiendo los servicios de emergencia en la Cruz Roja Torreón, son voluntarios, paramédicos para quienes responder a un llamado, prestar los servicios de emergencia y ver que un paciente sale de pie y en buenas condiciones de salud, es la recompensa más grande a su trabajo.
"Desde que yo llegué a Cruz Roja, hace 14 años, nunca he dejado de faltar a una noche de operativo, ya sea en la noche de Navidad o en la de Fin de Año. Aunque por mi experiencia siempre es más difícil la última noche del año por la mortal mezcla de alcohol y gasolina", comentó el comandante de la unidad.
En un turno normal, el número de ambulancias que presta el servicio en la Cruz Roja es de cuatro, sin embargo por el notable incremento en accidentes de tránsito a causa del alcohol, riñas y heridos por diferentes causas, la última noche del año se dispone de diez ambulancias y una unidad de rescate, que muchas veces tiene que intervenir en varios choques en un corto lapso.
Aun cuando el factor clave en el funcionamiento de la institución es precisamente el voluntariado, para el comandante de la unidad Torreón, Jorge Luis Juárez, quien lleva más de 14 años en Cruz Roja, ver el entusiasmo con el los voluntarios llegan, el sacrificio que hacen al dejar en una noche como la del 31 de diciembre a sus familias y recibir el año salvando vidas, le anima a continuar sirviendo a la comunidad.
'Faltan cinco pa' las 12'
A pocos minutos de que los primeros segundos de 2011 irrumpieran en la fría noche lagunera, más de 70 voluntarios invadieron la calzada Cuauhtémoc a la altura de la avenida Hidalgo, para brindar por el Año Nuevo, despedir al que se enfiló en los anales de la historia, y abrazar a sus compañeros.
Cumpliendo con el tradicional "Sirenazo de Año Nuevo", las unidades de emergencia encendieron las torretas llegadas las 12:00 de la noche e hicieron un pequeño recorrido.
Con una botella de sidra que se destapó al finalizar la famosa cuenta regresiva, la Cruz Roja de Torreón por un momento dejó de ser el lugar donde las caras de tristeza, dolor y arrepentimiento, arriban aprisa por la puerta de emergencia, para ser un lugar donde su personal dejó ver la cara humana de quienes a diario visten esos trajes de emergencia y van a bordo de las ambulancias.
Desde puertas, ventanas, y banquetas, los laguneros que se encontraban recibiendo los primeros momentos de 2011, saludaban y aplaudían el paso del Heroico Escuadrón de la Cruz Roja de Torreón.
Unas cuantas calles les bastaron para sentirse satisfechos por su labor, reconocimiento de la ciudadanía que muchos calificaron como un acto que no tiene precio.
Una vocación
Aún cuando el mayor deseo de quienes vigilan una noche como la del pasado 31 de diciembre mientras la mayor parte de la ciudad festeja, es que no haya emergencias y que el saldo sea blanco, los sentimientos encontrados están a flor de piel.
Por una parte el ánimo de Fin de Año arrebata sonrisas, pero por otra el dolor de quienes llegan después de un accidente no deja indiferente a quien lo ve.
"Para mí no significa sacrificio estar esta noche aquí, yo creo que en mi caso como en el de muchos de mis compañeros, no estar aquí sería un sacrificio mayor, además uno acá sabe que tiene otra familia, y salvar una vida por ejemplo o rescatar a alguien es algo que no deja que uno se deprima", comentó uno de los paramédicos del turno.
Belinda Torres, a bordo de la Unidad de Rescate que cuenta con la herramienta necesaria para sacar a un prensado en un choque de tránsito o bajar a un herido de un lugar inaccesible, reconoce que prestar ayuda a una persona en una fecha en la que los demás celebran, tiene un doble significado, porque confirma que ella y sus compañeros hacen parte de los ciudadanos que sirven por vocación.
Afirmación que comparten Rubén Ruiz, Javier Sandoval y Daniel Ríos, integrantes de la Unidad de Rescate, que atenta, trabajó la pasada noche del 31 de diciembre.
Reciben el 2011 'salvando' vidas
EL LADO HUMANO. Llegadas las 12:00 de la noche más de 70 voluntarios que recibieron el 2011 de turno en la Cruz Roja Torreón, se abrazaron y enviaron mensajes a sus familiares mientras se aprestaban para una jornada de muchas emergencias como todos los años para la fecha.