Las elecciones se decidieron por un voto, y las partes admiten que una de las papeletas es de un hombre muerto, pero un juez de Nueva York decidió convalidar ese sufragio, enviado por correo, porque no fue impugnado antes de contarlo.
Marc Baum, candidato a fideicomisario en la localidad de Manlius, fue quien cuestionó ese voto.
Arnold Ferguson, padre de otro aspirante a la junta de fideicomisarios, remitió por correo su voto anticipado, pero falleció tres semanas antes de las elecciones en esa población del estado de Nueva York.
Las autoridades electorales reconocen que el sufragio no debió ser contado, pero un juez de la Corte Suprema estatal resolvió el jueves que el voto tuvo que ser impugnado antes de que se le sacara del sobre y fuera contado.
Baum, que perdió por un solo voto ante Harold Hopkinson, dice que por ahora ya tiene suficiente de la política.
