¿Voy a ser mamá?
El tiempo pareciera volverse eterno cuando una mujer tiene la sospecha de que está embarazada. Afortunadamente existen pruebas con alto grado de efectividad que se pueden practicar en poco tiempo para salir de la duda.
Desde tiempos remotos se empleaban diferentes métodos para comprobar el estado de gestación de una mujer. Un escrito del antiguo Egipto describe que cuando una mujer sospechaba estar embarazada se le hacía orinar durante varios días en semillas de trigo y cebada, si se germinaba la cebada, el hijo sería varón; si germinaba el trigo, sería mujer; si no, la mujer no estaba embarazada.
En 1928 los ginecólogos alemanes Selmar Aschheim y Bernhard Zondek inyectaban pequeñas cantidades de orina en ratas hembras impúberes, dos veces en 24 horas durante tres días consecutivos, luego se sacrificaba a las ratas y se observaban sus ovarios. Si los ovarios se engrosaban, había un 80 por ciento de probabilidad de que la mujer estuviera embarazada.
En ambas pruebas se usaba la orina de la mujer la cual sí tiene relación con la gestación, pues en la actualidad las pruebas de embarazo buscan detectar una hormona que se encuentra en la orina y también en la sangre. Esta hormona se genera cuando la mujer está embarazada, y su nombre es gonadotropina coriónica humana (HCG, por sus siglas en inglés Human Chorionic Gonadotropin), pero se le conoce como hormona del embarazo.
Gerardo Herrera Camarillo, ginecólogo obstetra explicó que actualmente existen dos pruebas de laboratorio para detectar el embarazo temprano; la de orina (casera) y la de sangre.
“De laboratorio existen dos pruebas; las pruebas de sangre y las de orina. La efectividad es mucho mayor en la prueba de sangre que en una casera. En la casera es de un 70 a 80 y en la de sangre es de un 98 por ciento”.
El ginecólogo explicó que la sensibilidad para detectar la hormona HCG en las diferentes marcas de pruebas caseras varía, lo que puede arrojar falsos positivos, (que los resultados de la prueba sean positivos sin serlo) o falsos negativos (que la prueba arroje que la mujer no está embarazada cuando en realidad sí lo esta).
En la prueba de sangre dijo se emplean dos métodos el cuantitativo y el cualitativo. En el cuantitativo se mide la cantidad exacta de HCG en la sangre y en el cualitativo de la sangre la presencia de la hormona.
“En embarazos tempranos nos basamos más a la prueba de de sangre porque es más exacta. El análisis cuantitativo detecta pequeñas cantidades de la hormona del embarazo lo que lo hace muy exacto”.
Sin embargo, el ginecólogo comentó que los resultados pueden variar por diversos factores como lo son el uso de medicamentos o antibióticos.
“Los resultados del embarazo pueden ser afectados por el uso medicamentos sobre todo en las pruebas caseras. El momento ideal para hacerse una prueba de embarazo es una semana después de finalizar el periodo menstrual, si al finalizar el periodo se tuvo una relación sexual, y existen sospechas, luego de una semana se puede hacer la prueba”
Por último, el especialista recomendó acudir al control prenatal, luego de corroborar los resultados positivos del embarazo por el bienestar del producto y la futura madre.
“Es necesario acudir al control prenatal no ir con la comadre y empezar a tomar ácido fólico, por el bien de los dos”.