Afectado. El Museo del Ferrocarril es uno de los espacios culturales más importantes de la ciudad. Ha sido visitado por los ladrones en varias ocasiones.
La última visita de los ladrones costó al Museo del Ferrocarril una antigua máquina de escribir y un teléfono de inicios del siglo XX, ambos objetos se exhibían en la sala principal del museo a la que anoche le forzaron el candado y la cerradura para poder ingresar.
Tan sólo de marzo a la fecha, al museo le han hurtado objetos de la colección, la tubería y grifos de los baños (actualmente cerrados por falta de agua) e incluso los botes de basura, que tan sólo duraron un mes, después que fueron reemplazados por los viejos.
El Museo del Ferrocarril es uno de los cuatro museos del Municipio y se encuentra ubicado sobre el bulevar Revolución entre las calles Valdez Carrillo y Cepeda.
Este espacio narra la historia de lo que fue el ferrocarril en Torreón a principios del siglo XX. Utilizando las antiguas instalaciones de los talleres de carpintería y herrería de los Ferrocarriles Nacionales de México.
Los robos ocurren por lo general en las horas de la noche, y a pesar de que siempre se realizan las denuncias pertinentes, los robos se repiten y ponen en riesgo los objetos de la colección del museo.
Ruth Idalia Ysaís, directora de Museos y Centros Culturales del municipio, dijo que el tesorero municipal ya tiene un petición para subir las bardas del museo del Ferrocarril y la Casa del Cerro, además instalar una serie de rejas para evitar que los museos sean objeto de la inseguridad.
Los ladrones han tenido tiempo incluso para cargar herramienta y llevarse hasta la estructura de metal, de 2 metros de alto por 6 de ancho, que se ubicaba arriba del museo, donde se anunciaba un promocional del Gobierno Federal para invitar al público a visitar los museos.
"Necesitamos reafirmar estructuralmente estos espacios culturales por su ubicación, porque en el día están resguardados, los vecinos hacen brigadas y el personal está alerta, pero en la noche es el problema".
Ezequiel Romero, director del museo dijo que siempre que hay un robo lo primero que hace el personal del museo es informar a las autoridades correspondientes, y tratar de arreglar el daño causado, chapas, rejas y cerraduras, pero siempre los amigos de lo ajeno encuentran un nuevo lugar por dónde entrar y no precisamente a visitar el museo.
