'Y ahora, ¿compro o vendo dólares?

Ante la fortaleza y estabilidad en las monedas de algunas economías, la compra-venta de divisas es una práctica extendida que se mueve de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda.

Su atractivo se basa en comprar barato y vender caro. Sin embargo, antes de hacer este tipo de inversión es necesario considerar algunos elementos y sobre todo su grado de riesgo.

El mercado de divisas lo aprovechan los expertos en comercio exterior y compañías exportadoras para cubrir sus riesgos, por lo que en caso de una depreciación, sus ventas y ganancias no se ven afectadas.

César Tello, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Casas de Cambio, mencionó que en el sector hay una regla de oro: "comprar cuando el dólar baja y vender cuando la divisa sube el precio".

El también director de la Casa de Cambio Tiber, destacó que en este momento la divisa estadounidense está cara. Pero la decisión para comprar dólares debe basarse en viajes próximos, estudios, pasivos o una necesidad real por adquirir esta moneda.

En el caso de una inversión, consideró que la mejor alternativa es diversificar el patrimonio. Por ejemplo, invertir entre 10% y 15% en divisas, principalmente el dólar, por ser una moneda patrón.

Patricia Berry, directora de Análisis Económico en INTERCAM, explicó que el mercado de divisas es un reflejo del nerviosísmo de la gente ante una posible crisis, pues invierten en monedas extranjeras para intentar tener ganancias rápidas.

"Pese a que hoy tenemos un peso libre y estable, cuando hay incertidumbre, la gente común compra dólares y los guarda porque tienen la idea de que en cualquier momento se puede devaluar el peso", mencionó la analista.

De acuerdo con la experta, cuando se invierte en moneda extranjera las instituciones se encargan de reunir el dinero de distintos clientes para formar una cantidad grande y hacer una inversión importante, así, aunque el depositante paga en pesos, su dinero se cambia a la moneda seleccionada. Para garantizar que la inversión, en el contrato y estados de cuenta posteriores deben especificar las condiciones del portafolio, incluyendo el tipo de moneda y variaciones durante el proceso.

Manifestó que sin olvidar los riesgos, en la actualidad las divisas sí representan una oportunidad interesante de inversión frente a otras opciones como los Cetes cuya tasa en este momento es menor a 4%.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) reveló que si el depósito se realiza con alguna institución no hay ningún peligro de un fraude.

No obstante, la dependencia advirtió que ante una volatilidad, sí es posible se pierda parte del dinero, es decir, quien invierte mil pesos y compra un promedio de 100 dólares, una vez que termina el plazo que se acordó, recibirá de regreso los mismos 100 dólares pero pueden valer más o menos que cuando inició la operación.

Los riesgos para la inversión en monedas dependen de diversos factores macroeconómicos.

También, agregó, deben considerar los movimientos de mercado y aquellos que se presenten de manera intempestiva como algún desastre natural, problemas políticos o malas decisiones económicas.

La analista recomendó a quienes se interesan en el mercado de divisas no invertir más de 10% de su capital, y de preferencia apostar por un periodo de largo plazo para tener mayores posibilidades de ganancias y recuperación en caso de bajas.

Es importante invertir en opciones de portafolio diversificado y no creer en quienes prometen altos rendimientos, por lo general por arriba de 10%. La ganancia promedio mensual debe ser de entre 3% y 8%, pues exigir más ingresos conlleva más riesgos.

 ¿HAY MONEDAS SEGURAS?

Por lo general, las monedas de países con una situación económica sana y crecimiento económico mayor al promedio son más atractivas pues se pueden obtener ganancias más altas, no obstante, dijo Patricia Berry, no es una garantía.

La analista puntualizó, por ejemplo, que el dólar o euro, monedas que se utilizan para inversión en divisas, muestran volatilidad y hoy presentan más riesgos.

"En 2008 cuando estalló la crisis y la moneda que más subió fue el dólar porque la gente tenía miedo y compró como medida preventiva, pero ello ocasionó una devaluación".

Recordó que a su vez, el Banco Central Europeo subió las tasas de interés y el euro creció su valor. En este momento, dijo, ya no tanta confianza en el dólar por la situación de Estados Unidos, mientras que en Europa se registra una crisis en diversas naciones.

Reveló que debido a la fortaleza y estabilidad de sus economías, el franco suizo y el yen japonés cobran relevancia. Berry puntualizó que el fortalecimiento de una moneda y su atractivo en inversión no beneficia al país en el mediano plazo. "Al crecer su valor se ven perjudicadas las exportaciones, la producción nacional cuesta demasiado y comienza la desaceleración del crecimiento interno".