Poder. El priista Mariano González Zarur.
Entre reclamos a la administración saliente por heredar altos índice de marginación, inseguridad y marcadas deficiencias en el uso de recursos públicos, el priista Mariano González Zarur rindió ayer protesta como gobernador constitucional de Tlaxcala para los próximos 6 años, en relevo del panista Héctor Israel Ortiz Ortiz. Aseguró que su gobierno se regirá por la transparencia y la rendición de cuentas, y por el contacto cercano con la gente.
Como testigos especiales en el Congreso local, estuvieron el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora; la líder nacional del tricolor Beatriz Paredes, y la presidenta de la mesa directiva de la Legislatura, Mildred Murbatian, de Acción Nacional.
González Zarur rompió el protocolario al pedir utilizar la tribuna del Congreso y no la mesa directiva, como tradicionalmente se hace.
Con ocho sillas vacías, de los diputados panistas, y ya como gobernador, dijo que ante la falta de un proceso de entrega-recepción con el gobierno saliente de Ortiz Ortiz, serán revisadas a detalle las dependencias para verificar los recursos que su administración recibe.
Aseguró que Tlaxcala padeció de un gobierno obeso y deficiente, pues aumentó la burocracia de manera injustificada, por lo que en la presente administración se reducirán gastos de operación para destinarlos a programas sociales.
Tajante, señaló: "A partir de hoy, ni familiares, ni aviadores, ni mantenidos ni tampoco funcionarios con cargos 'a modo' y sin perfil". Advirtió que aplicará sanciones a quienes hayan incurrido en corrupción.
Al acto oficial asistieron delegados federales, quienes indiferentes sólo observaron la toma de protesta y no participaron de las cinco ocasiones en que recibió aplausos.
