'Inspiración' autorretrato de Fragonard. ARCHIVO
Poseedor de un talento innato, el nombre de Jean-Honoré Fragonard ha quedado asociado con escenas de amor y voluptuosidad, de erotismo y alegrías de la vida doméstica, representadas en las cerca de 550 obras que dejó a la posteridad.
El pintor y grabador francés nació en Grasse, el 5 de abril de 1732, aunque se trasladó con su familia a París en 1738.
Abarcó la temática religiosa, clásica, histórica, erótica y mitológica. Según los críticos, la obra de Fragonard es fácilmente reconocible debido a la ligereza y frivolidad de su temática, el suave manejo de la pincelada y los esquemas de iluminación suaves, sin preocupaciones.
Sus escenas llenas de frivolidad y galantería están entre las más representativas de la corriente rococó, época caracterizada por la libertad hedonista y un seguimiento de todas las cosas estéticamente agradables.
Si bien durante su vida fue muy popular, sus obras, junto con el resto del rococó, cayeron en desgracia. Y es que durante más de medio siglo fue completamente ignorado, al punto que Michael Scheikopf, en su obra "Historia del Arte" (1873), no hace mención de su nombre.
Ejemplos de su vasta obra pictórica son “Ciego de Bluff”, “El beso robado”, “El columpio pequeño”, “Fiesta en un parque”, “Denis Diderot “, “El concurso de música”, “La lectora”, “El cerrojo” y “Las bañistas”, entre otras piezas
