El poeta y ensayista Salvatore Quasimodo fue uno de los exponentes más significativos del hermetismo y creador de un lenguaje poético con el que profundizó respecto a temas como la infelicidad, lo que le valió ser reconocido con el Premio Nobel de Literatura, en 1959.
Salvatore Quasimodo (1901-1968) nació en Módical, Sicilia, el 20 de agosto de 1901, sin embargo, con el traslado de su padre a Mesina, en 1908, hizo de esta ciudad su residencia y la cuna de sus primeros versos, a los 17 años, los cuales publicó en una pequeña revista.
Cuando el joven Quasimodo tenía 19 años, en 1919, se mudó con su familia a Roma, donde realizó diversos trabajos para poder solventar sus estudios de ingeniería en el Politécnico, que finalmente no logró concluir.
En este periodo se interesó por el griego y el latín, y en 1926 se trasladó a Reggio di Calabria, donde fungió como funcionario aparejador, de acuerdo con la biografía del poeta y ensayista publicada en "nobelprize.org".
En 1930 escribió sus primeros poemas que fueron publicados en la avant-garde revisión y apareció "Aguas y Tierras" (Acque e terre), su primer libro de versos, al que le siguió "Oboe Sunken" (Oboe sommerso).
En 1938, dejó su cargo en el gobierno y comenzó a relacionarse con prominentes italianos y pintores, ese mismo año se convirtió en editor de la revista semanal “Tempo” y tres años más tarde fue nombrado para la cátedra de Literatura Italiana en el Conservatorio “Giuseppe Verdi”, de Milán.
En este periodo, Quasimodo se destacó por ser líder de la "Hermética" escuela de la poesía y en 1942 publicó su siguiente libro "Nuevos poemas" (Nouve poesie), en el que revela la influencia de la estilística clásica y una mayor comprensión de la vida en general.
Como traductor trabajó con obras de destacados poetas griegos y latinos, tales como Sófocles, Esquilo, Eurípides y Ovidio, Virgilio; de importantes dramaturgos como: William Shakespeare y Moliere, y de escritores del siglo XX, como Pablo Neruda y Howard H. Aiken, entre otros.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-145), Quasimodo experimentó la necesidad de unirse al pueblo, sentimiento que plasmo en "Día tras día" (Giorno dopogiorno), 1946, y en "La vida no es un sueño" (La vita non è sogno), 1949.
En los siguientes años, el poeta italiano cambió el individualismo por la socialidad en su obra y afirmó las características positivas de la vida, incluso en un mundo donde la muerte es un miedo omnipresente.
La creación de un nuevo lenguaje que coincide con las nuevas actividades del hombre y las investigaciones en constante expansión, queda evidenciado en "La Tierra Incomparable" (La terra impareggiabile), publicado en 1958.
La ardua labor literaria de Quasimodo fue reconocida con números premios entre los que destacan: el Etna-Taormina Premio Internacional de Poesía y el Premio Nobel de Literatura, en 1959.
El 14 de junio de 1968, a los 67 años, el escritor italiano murió a causa a de una hemorragia cerebral y sus restos fueron enterrados en el Cementerio Monumental de Milán.