La Comarca Lagunera, es un fenómeno social que marcó la historia de México; con un poco más de una centena de años, es de las zonas más importantes de la nación, aunque esté siendo severamente golpeada por la inseguridad, el desempleo y la pobreza.
Su crecimiento y desarrollo no es casualidad: se debió a la combinación de acontecimientos, que transformaron aquel Rancho de Torreón, en villa en 1883, y luego ciudad, el 15 de septiembre de 1907.
Los acontecimientos se dieron aceleradamente; como cruce de ferrocarriles, la Laguna, es punto de convergencia nacional.
Los grupos étnicos fundaron las primeras instituciones, entre ellas el Real Club España, en 1918; teatro Princesa, en 1919; la construcción del primer piso del Palacio Municipal, en 1920; y El Siglo, periódico regional, en 1922.
La Laguna, adquiere notoriedad por ser plaza crucial durante la Revolución Mexicana, además de marcar la pauta en el modernismo, con novedades citadinas importantes; por ejemplo: luz mercurial, primer teatro-cine con aire lavado, pavimentación de avenidas y calles amplias, con trazos rectos.
El arribo de negociantes se incrementó, con hoteles que marcaban pauta de modernidad, que atendían con calidad internacional en servicios habitacionales y de alta cocina, ofrecidos en diferentes idiomas; comunicar era de vital importancia, dejando la oportunidad para que visionarios fundaran los primeros periódicos, entre ellos "El Siglo", de Joaquín Moreno y Antonio de Juambelz y Bracho.
Con una primera imprenta, donada por el estado de Durango, con mucha iniciativa y limitada experiencia, salvo la adquirida por Don Antonio, inician la publicación de noticias; como ejemplos: informaron la muerte de Francisco Villa, el inicio de la II Guerra Mundial o la llegada del hombre a la luna.
Don Antonio de Juambelz y Bracho, nació el 21 de noviembre de 1892, en Durango, Durango, hijo de don Antonio de Juambelz y Redó y doña Luz Bracho de Juambelz.
Sus estudios primarios los cursó su ciudad natal y en Guadalajara, Jalisco, finalizándolos en el Distrito Federal, donde terminó su secundaria y preparatoria.
Luego se matriculó en la Escuela de Agricultura de San Jacinto, D.F., para continuar con la Licenciatura en Derecho, que no alcanzó a terminar, pero que le dio un bagaje cultural suficiente para saber perseguir su futuro.
Se traslada a la ciudad de Chihuahua, Chihuahua, dedicándose a los negocios y empezando a escribir crónicas teatrales. Ahí inicia su vida periodística en "El Heraldo", que al desaparecer lo lleva a trasladarse a Los Ángeles, California, trabajando en "International Comerce Corporation", institución dedicada a las exportaciones.
Su gusto por el periodismo y las letras, le motivaron a aceptar la invitación para fundar en Saltillo, el periódico "Coahuila", trabajando hasta el año 1921, fecha en que viaja a Torreón, porque iba a fundarse el periódico "El Siglo".
En 1927, don Antonio, decide cambiar el nombre del periódico, a "Siglo de Torreón", para darle mayor identidad con la joven y pujante ciudad y en 1933, ante la enfermedad de Don Joaquín Moreno, acepta comprar todas las acciones, quedando como propietario mayoritario, nombrando en 1942, como gerente, a Alfonso Esparza.
La veracidad, como uno de los pilares que soportan al periódico, logró darle la fama entre sus lectores que dicen: "si lo publicó El Siglo: es cierto", eligiendo al Tecolote como mascota representativa y declarando: "Mientras otros duermen; El Siglo vigila para informarle".
En 1934, Don Antonio, es cofundador y primer presidente de la Asociación de Editores de los Estados, reuniendo a los periódicos independientes más importantes del país.
Pensando en su natal Durango, aprobó los proyectos y antes de morir dio la vida a "El Siglo de Durango".
Recibió diversos reconocimientos y premios; entre otros: Premio Nacional de Periodismo e información, en 1976; en 1977, se denomina a una de las arterias de la ciudad en su honor; en 1981, es distinguido con la presea "Editor Emérito", en el "Día de la Libertad de Prensa"; y el H. Ayuntamiento de Torreón -1978-1981-, coloca un busto de bronce reconociéndole su aportación al desarrollo de la ciudad; el año 1983, es reconocido por la escuela de Ciencias de la Comunicación de la U. de C., por su desempeño como editorialista.
Otros reconocimientos: el otorgado en 1985, por Club Sertoma de Torreón; en 1988, el H. Ayuntamiento de Durango, nombrándolo "Ciudadano Distinguido de Durango"; y el 31 de octubre del mismo año, los Tres Poderes de Durango, le otorgan la presea Francisco Zarco.
Por segunda ocasión recibe el Premio Nacional de Periodismo, el 8 de junio de 1992, en el D.F.
Fallece el 23 de junio de 1993, en la ciudad de Torreón, Coahuila.
Luego de casi un siglo, El Siglo de Torreón, continúa informando con veracidad y responsabilizándose de ser "defensor de la comunidad", motivo por el que es ampliamente felicitado desde todo el territorio nacional.
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