Peter Handke nació el 6 de diciembre de 1942 en la ciudad de Griffen, Austria, y estuvo interesado en ser sacerdote por lo que ingresó a un seminario jesuita donde permaneció toda su juventud. Sin embargo, finalmente decidió estudiar Derecho en la Universidad de Graz en 1961.
Parte de su juventud la pasó rodeado de silencios místicos y profundos, también como resultado de haber vivido entre bosques y montañas, al mismo tiempo que desarrolló un interés por la escritura, señala una biografía de Handke publicada por el sitio “answers.com”.
Se sabe que Handke redactó algunos artículos para “Manuskripte”, una revista universitaria en la que participó hasta 1965. Después, comenzó a escribir la que se convirtió en su primer novela “Los hornets”, libro que fue publicado en 1966, al cual le siguió “The peddler” (1967).
Su primer obra, cuentan, hablaba sobre un hombre ciego que trataba de recordar y reconstituir tanto al mundo como así mismo antes de perder la vista, para lo cual Handke realizó una reflexión al puro estilo de Kafka con elementos de misterio, terror, psicológicos y sus efectos en la realidad.
El estilo del escritor en sus inicios demostró un gran talento, razón por la cual adquirió fama entre algunos eruditos de su país, Nicholas Hern calificó sus textos como “no secuenciales, no descriptivos en una sola frase hacia sus declaraciones”.
En 1967 publicó su ensayo "Yo soy un habitante de la torre de marfil" Handke describe con detalle el terror de descubrir las formas abstractas de la muerte y la opresión, aspectos que alteraron sus perspectivas literarias, al cual le siguió un artículo en el que profundizó sobre sus reflexiones.
De acuerdo con los datos biográficos que se publican del autor en “poemas-del-alma.com”, siempre se caracterizó por ser un lector voraz y que recibió fuertes influencias académicas durante su estancia en un internado de su país.
Por ejemplo, Handke fue discípulo de autores como Goethe, Adalbert Stifter, Franz Kafka y Ludwig Hohl. Sin embargo, fue objeto de críticas por parte del “Gruppe 47”, mismas que respondió en la 28 reunión de escritores y críticos alemanes en Princeton.
En aquella reunión, Handke arremetió contra ellos calificándolos como un grupo de prosa idiota y decorativa que se leían como una "enciclopedia ilustrada", con tan sólo 24 años era el más joven escritor allí y sin contar con gran reputación literaria, fue inmediatamente aclamado por su valor.
Este acontecimiento le valió ser reconocido y así estrenó varias obras de teatro que causaron revuelo por desafiar aquel arte en sus convenciones, sin poder convencer al público de que lo que veían en el escenario era real, los actores eran actores en lugar de caracteres y daban discursos.
A veces incluso se lanzaron insultos al público, burlándose de ellos por su complacencia y credulidad. Pero no fue sino hasta 1968, que se reconoció la labor de Handke al ser nombrado ganador del premio “Gerhart Hauptmann” en Berlín.
Más tarde, fue nombrado “Juego del Año” por la respetada revista “Theater Heute”, por haber creado una obra de amplias preocupaciones temáticas y estilísticas sobre el lenguaje, el conocimiento, formas de conciencia de un individuo y la identidad propia de la sociedad.
En enero de 1969, Handke presentó su obra teatral “Mi pie My Tutor”, en el Teatro Frankfurt, la cual fue comparada con la obra de Samuel Beckett “Sin palabras”.
En 1969 salió a la luz la primera colección de Handke de poemas que abordaban el mundo interior del mundo exterior, además publicó su tercer novela “La ansiedad del portero a un tiro penal”, historia de la profunda confusión de un hombre inarticulado joven que comete un asesinato.
Handke trabajó a fondo los temas de la soledad, la alienación, la violencia y la hipocresía social que ha incluido en sus últimas novelas “Carta corto, largo adiós” (1972) y “The woman left-handed” (1978).
En 1974, su estilo se hizo mucho más personal e íntimo con “Un dolor más allá de los sueños: una historia de vida” trabajo que grabó con profunda sensibilidad y comprensión de los acontecimientos de la vida de su madre, que conducen a su eventual suicidio.
Ya con varios libros en su haber, Handke se involucró con el Séptimo arte y realizó largometrajes como “La mujer zurda” y “La ausencia”, aunque su pasión por la escritura nunca desapareció y lo motivó a seguir expandiendo su extensa producción literaria.
Ha escrito obras como “Carta breve para un largo adiós”, “Cuando desear todavía era útil”, “El chino del dolor”, “La tarde de un escritor”, “En una noche oscura salí de mi casa sosegada”, “La pérdida de la imagen o por la Sierra de Gredos” y “El año que pasé en la bahía de nadie”.
Tras residir durante algunos años en París, el autor de novelas, ensayos, poesías y obras de teatro en lengua alemana regresó a Austria y se instaló en Salzburgo, donde ha denunciado el avance de la extrema derecha.