Los jóvenes conforman un sector importante de la población mundial y tienen un potencial extraordinario, sin embargo se enfrentan a apremiantes desafíos mundiales como lo son la falta de empleo, condiciones de trabajo vulnerables y la marginación en los procesos de adopción de decisiones, según informa Naciones Unidas.
Preocupada por esta situación, la ONU declaró 1985 como el año internacional de la juventud y para redoblar esfuerzos ante una situación que así lo amerita, el 17 de diciembre de 1999, en su resolución 54/120, aprobó la proclamación de un Día Internacional de la Juventud, el cual se ha venido celebrando cada doce de agosto desde el año 2000.
Con la celebración, Naciones Unidas busca invitar a los Gobiernos, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, los círculos académicos y los filántropos, a “aumentar las oportunidades de éxito de los jóvenes aprovechando mejor los recursos y los intereses compartidos”.
Cada año la celebración tiene un tema en específico, este año el tema es “Construyendo un mundo mejor: asociándonos con los jóvenes”, que busca hacer un llamado mundial para ‘establecer asociaciones con la participación de los jóvenes (…) que van desde el apoyo empresarial a los emprendedores hasta las iniciativas gubernamentales para entablar un diálogo sobre cuestiones políticas o la inversión filantrópica en proyectos comunitarios dirigidos por jóvenes”.
Lo anterior expresado de manera puntual por Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas, al afirmar en su mensaje por la celebración que “para liberar el poder de los jóvenes debemos asociarnos con ellos”.
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