Teniendo como antecedente los altos costos que las viviendas tenían en España y basándose en lo enmarcado en el artículo 47 de la Constitución Española, surge el movimiento por una vivienda digna, que tiene como objetivo el que las administraciones fomenten la vivienda, se controlen los precios, se luche contra la especulación urbanística y se cree un urbanismo solidario y amable con el medio ambiente.
Las movilizaciones iniciaron el catorce de mayo del año 2006 en Barcelona y Madrid, donde se congregaron mil y tres mil personas, respectivamente que marcharon y realizaron protestas hasta que la policía logró disolverlos porque no contaban con el permiso requerido por el gobierno.
^AC