A pesar del plan de seguridad que fuerzas iraquíes y de Estados Unidos habían empezado a aplicar a partir del catorce de febrero del año 2007, un dieciocho de abril de ese mismo año atentados suicidad en Bagdad, capital de Irak, terminaron con la vida de casi doscientas personas y dejaron centenares de heridos.
El atentado suicida consistió en hacer explotar diversos automóviles bomba en zonas específicas de barrios de la capital iraquí donde se habían hecho fuertes las milicias chiíes fieles a Muqtada Al Sadr.
Las explosiones sucedieron en los horarios de mayor afluencia vehicular y de peatones, uno de los automóviles que no pudo alcanzar a llegar a su lugar objetivo explotó cerca de una plaza pública.
Los ataques se convirtieron en ese momento en la peor oleada de atentados suicidas que había azotado a Irak desde la entrada en vigor del plan de seguridad.
^AC