Abarrotado. Decenas de personas acudieron a la Recaudación para aprovechar los descuentos.
El reacondicionamiento que sufrió el edificio de la Recaudación de Rentas en Lerdo no fue suficiente para atender a las decenas de contribuyentes que acudieron en el último día que se otorgaría el 15 por ciento de descuento en el pago del Refrendo Vehicular 2012; trámite que para la mayoría representó más de seis horas entre fila y fila.
Y es que tan sólo para realizar el refrendo de su automóvil, doña Yolanda pasó más de cinco horas en este lugar. Llegó a las diez de la mañana y el lugar ya lucía abarrotado. Como pudo se formó en la larga fila que se generó para solicitar un presupuesto. Bastaron tres horas para obtenerlo.
Después, con su dinero y tarjeta de circulación en mano, se formó en la fila de las cajas. Nadie la acompañaba, condición que le impidió apartar un lugar como varios de los ahí presentes lo hicieron para acortar su tiempo, logró obtener un lugar al pasar la puerta de acceso.
Juan José no corrió en esa suerte. Para realizar el trámite perdió un día de trabajo. Llegó a las ocho de la mañana y logró salir con sus placas bajo el brazo poco después de las tres de la tarde. No desayunó ni comió con la idea de no perder su lugar. El trámite no fue fácil, pues la Recaudación de Rentas, único sitio en Lerdo para realizar el pago, no cuenta con señalización que indique que trámite hacer en cada fila.
Pasó por cuatro filas para poder salir de la Recaudación: la primera fue para obtener su presupuesto; la segunda para la revisión de su papelería; la tercera para establecer un convenio de pago y por último la de cajas.
"Si saben que cada año es lo mismo, por lo menos en los tres primeros meses que es cuando la gente aprovecha los descuentos, saben que estará llenísimo, por qué no contratan a más personas para que el trámite sea más rápido", comentó molesta doña Yolanda.
Por su parte Juan José dijo: "quien nos repondrá nuestro día de trabajo que nos rebajarán".
'TRATO INDIGNATE' Las oficinas de la Recaudación de Rentas no brindan un trato especial para las personas de la tercera edad ni con discapacidad, ya que en las largas filas que se formaron ayer, se encontraban varias personas adultas y a una persona en silla de ruedas. Ellos como el resto de los contribuyentes debieron esperar su turno en las diferentes filas. "El trato es indignante", comentaron molestas varias personas.