Saludo. El Papa Benedicto XVI es recibido por miles de personas en la ciudad mexicana de Guanajuato, durante su segundo día de visita al país.
El Parque Bicentenario, ubicado en las proximidades del Cerro del Cubilete, se convirtió en la madrugada en un campamento de fieles mexicanos, a quienes no les interesaba cualquier mortificación corporal con tal de participar en la misa que hoy domingo -a las 10:00 de la mañana- encabezará el Papa Benedicto XVI, y a la que se prevé que arriben 300 mil personas.
Queretanos, jaliscienses, leoneses, hidalguenses, defeños, zacatecanos, mexiquenses, hidrocálidos, poblanos, veracruzanos, oaxaqueños, no faltaba ninguna representación de la República Mexicana. Quienes llegaron desde la tarde de este sábado y soportaron una temperatura por arriba de 25 grados centígrados, con un cielo casi sin nubes que les cubriera del sol, un clima muy similar al que hoy domingo se espera.
La juventud llena casi todos los espacios a las faldas de un altar donde concelebrará el pontífice con unos 200 ministros religiosos, entre cardenales, arzobispos y obispos de México y de América Latina.
El lugar está listo para recibir al presidente Felipe Calderón, a su esposa Margarita Zavala, a sus hijos y miembros del gabinete; a ministros de otras iglesias como la judía, la evangelista y la ortodoxa; a los aspirantes a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Felipe Peña Nieto, así como a gobernadores, senadores, alcaldes y diputados federales y estatales, entre otros invitados especiales.
Además, al menos 175 cardenales, arzobispos y obispos latinoamericanos, del Caribe, de Canadá, Estados Unidos y el Vaticano llegaron a la ciudad para su encuentro con el Papa Benedicto XVI.
Los jerarcas de la Iglesia participarán hoy domingo en la misa en el Parque Guanajuato Bicentenario, después comerán en el patio anexo a la Catedral Metropolitana y enseguida se reunirán con el Papa para la oración de Vísperas.
El suelo de tierra fue la cama por la noche de los peregrinos, a quienes se les permitió introducir cobijas, bolsas de dormir y comida para aminorar la espera en este lugar, donde sólo han sido instaladas 14 mil sillas en la zona para los invitados especiales.
Desde el sonido ambiental se escuchaba ayer un anuncio que, decían, era importante: "Saldrá hoy a la venta el disco con las canciones oficiales del Papa. Pedimos un donativo de 50 pesos, pero dejamos a su conciencia si quieren dar 100 pesos; lo recabado será para sufragar este evento".
Las pantallas gigantes transmitían una biografía de Joseph Ratzinger, que narraba brevemente desde su nacimiento, el 16 de abril de 1927, hasta 2005, cuando se convirtió en sucesor de San Pedro.
A Valeria, de Monterrey, no le ha tocado tan lejos del altar, tal vez a 700 metros. A María Luisa, de Querétaro, 800 metros después; a Luis, del Estado de México, en medio de ellas dos. A ninguno le importa la distancia, quieren escuchar al santo padre.
El vicario de Cristo llegará en helicóptero, que despegará del Colegio Miraflores, que sobrevolará el Cerro del Cubilete para apreciar la estatua de 20 metros de Cristo Rey, símbolo de la Guerra Cristera. Según la Arquidiócesis de León, están disponibles para la misa 2 mil 20 hostias y 7 litros de vino, que serán usados por los ministros que concelebrarán con el pontífice.
