Acampan pocos en el Parque Metropolitano
Por: Miguel Mena.
En la primera noche de la visita del papa Benedicto XVI las esperanzas de recibir a miles de campistas en el Parque Metropolitano se vinieron abajo, luego de que sólo llegara una docena.
José Robles, de 68 años, vecino de la colonia El Fresno, de Guadalajara, durmió adentro de su vehículo, llegó a la ciudad acompañado de sus sobrinos para recibir al Papa Benedicto XVI.
“Llegué al parque porque en los hoteles fueron muy abusivos, cobraban 500 pesos por una noche y era un cuarto con una camita, la verdad no nos gustó y nos venimos para acá, yo creo que nos vamos en la tarde porque quedarnos otra noche está canijo”
Por otro lado María del Carmen Sánchez Reina, de 61 años, llegó a León en autobús con una pequeña maleta y una cobija. Viajó de Naucalpan, Estado de México.
Luego de ver el primer recorrido del Papa en un camión llegó al Parque Metropolitano y tapada sólo con su cobija pasó la noche.
“Dormí muy bien, esto ha sido para mí algo extraordinariamente bello. Llegué sin saber pasaría el Papa, sólo tenía la ilusión de verlo; me tocó la suerte de estar en el aeropuerto a su llegada, yo nunca había entrado allí, no pensé que tendría la suerte de verlo tan cerquita. Me regreso a mi casa después de que él se vaya, mientras tanto lo seguiré a donde esté”
Nayeli García de 31 años, llegó de Guadalajara acompañada de su esposo y acamparon en el Metropolitano.
“Es algo inolvidable. León es una ciudad muy hermosa, yo esperaba algo más chiquito pero me doy cuenta que es una ciudad enorme, la verdad sí volvería. Ahora llegamos para visitar al Papa, nos regresamos en la tarde, después de comer”, dijo.
Patricia Pazzi, encargada de una tienda dentro del parque dijo: “Es muy poca la gente que hay, nos creímos falsas expectativas, los campistas son muy pocos. Hay gente pero son los que a diario llegan a hacer ejercicio”
Fátima Torres, también encargada de una tienda, dijo que compraron más mercancía de lo habitual.