Según una investigación realizada por científicos de la Universidad Autónoma de Madrid, el comer alimentos fritos no es tan malo después de todo, siempre y cuando el aceite que se utilice en la cocina sea de oliva o girasol.
Los investigadores realizaron una serie de exámenes a 40,757 adultos, quienes durante los análisis no se les detectó ningún síntoma de haber sufrido algún ataque al corazón. La dieta de los adultos era mediterránea, la cual se distingue por utilizar estos tipos de aceite, además de ser rica en frutas frescas y vegetales.
Numerosos estudios han mostrado una dieta balanceada y el uso de el aceite de oliva o girasol, pueden bajar el riesgo de enfermedades como el cáncer y las enfermedades del corazón. ^PL