La temporada de Cuaresma "obliga" al consumidor a preferir platillos a base de especies marinas, muchas familias creen que si no comen pescado cometen un pecado ante las leyes de la iglesia católica. Ante tal situación, la Procuraduría Federal del Consumidor señala que no es una obligación por lo que recomienda no sobrepasarse de su gasto para no endeudarse.
Motivo por lo que el delegado de la Profeco, Oscar Gómez Ramírez promueven un programa de orientación e información para elegir aquellas especies que además de ser nutritivas, de buen gusto y de fácil preparación, también son económicas.
Algunos consejos para que el consumidor se asegure de que está realizando la mejor adquisición sobre cualquier especie de pescado son: un pescado que no está fresco despide un olor fácilmente identificable. Sin importar la especie de pescado que se adquiera, éstos deben tener los ojos brillantes, cristalinos y saltones.
Además las escamas de un pescado fresco se notan brillantes y pegadas a la piel, sus agallas son rojizas y rosadas, se notan limpias y con olor agradable.
"Si a pesar de lo anterior desconfía de la frescura del pescado que adquirió, póngalo en un recipiente con agua fría. Si se trata de carne fresca se hundirá, pero si flota, no lo consuma", recomendó.
Dijo que existe la falsa creencia de que las especies costosas como: bacalao, salmón, baqueta y guachinango, entre otros son las mejores; pero lo cierto es que durante el año el consumidor puede encontrar una amplia variedad de especies sabrosas.