'No fue ningún desaire, hice lo que me dijeron los de protocolo, que sólo debía saludar al Papa. Si yo venía en el avión presidencial', explicó el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Durante la salutación en la bienvenida a México del Papa Benedicto XVI, el perredista Guadalupe Acosta Naranjo dejó con la mano extendida al presidente Felipe Calderón, quien sonrió levemente.
"No fue ningún desaire, hice lo que me dijeron los de protocolo, que sólo debía saludar al Papa. Si yo venía en el avión presidencial", explicó el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
El Papa Benedicto XVI estará en Guanajuato hasta este lunes. El domingo oficiará una misa multitudinaria en el Parque Bicentenario.
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