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Actitudes

Danzan los chapulines

José Santiago Healy

El espectáculo ha sido bochornoso, indignante, patético. Van de un lado a otro sin ningún pudor, decencia y ya no se diga profesionalismo.

En plena crisis económica y cuando millones de mexicanos trabajan arduamente para ganar unos cuantos pesos que les permitan sobrevivir, ellos tiran por la borda su trabajo, su responsabilidad y su compromiso con la comunidad y con el pueblo al que supuestamente dicen servir.

Para ellos lo más importante es asegurar varios años más de un ingreso fácil y seguro que les brinde más confort, sin necesidad de voltear hacia atrás ni tener que pedir prestado y menos apretarse el cinturón como sucede con la mayoría de los ciudadanos.

Algunos les llaman chapulines, otros maromeros, los más críticos les dicen zánganos, parásitos o simplemente lombrices.

Son la casta dorada de México, viven como si trabajaran y cada tres o seis años hacen como que trabajan para gozar posteriormente de una vida placentera. Su secreto es estar en buena lid con sus superiores, adularlos y complacerlos para ganarse palmo a palmo su confianza y su amistad, aunque sea por mera conveniencia e interés económico.

Todos se deben finalmente a su casa matriz, mejor conocida como los partidos políticos que no son otra cosa que una concesión que los gobiernos han fomentado para aparentar democracia y libertad política.

Los partidos son financiados con recursos fiscales, pero sus dirigentes no rinden cuentas a las autoridades ni por supuesto pagan los impuestos correspondientes.

En suma son cientos por no decir miles los diputados, senadores, legisladores locales, alcaldes, regidores y funcionarios públicos que en las últimas semanas tiraron la toalla, es decir que mandaron por un tubo su actual responsabilidad pública para amarrar un nuevo puesto para los próximos años con un jugoso sueldo, fuero y demás prestaciones.

Algunos ni siquiera tuvieron la delicadeza de entregar cuentas claras ni resultados positivos, simplemente recogieron sus pertenencias del escritorio y se fueron sin dar las gracias.

Lo cierto es que ya no existe diferencia entre los partidos. Todos son iguales de irrespetuosos y altaneros, ya no guardan las mínimas formas de civilidad y honestidad política.

Peor todavía es el caso de quienes irán a ocupar una curul plurinominal o la senaduría de primera minoría, modalidades que hace años debieron desaparecer en México.

Las plurinominales surgieron en los años setenta cuando el PRI ganaba siempre "carro completo" y hubo necesidad de crear una oposición ficticia en las cámaras.

Pero al paso de los años se prostituyó este concepto al grado que hoy en día son los diputados y senadores plurinominales quienes sin despeinarse -es decir sin hacer campaña ni someterse a la voluntad popular-terminan por dirigir las cámaras y congresos e imponer su autoridad.

En la Cámara de Diputados son 200 diputados plurinominales contra 300 de elección popular, mientras que el Senado cuenta con 64 senadores de elección directa, 32 de primera minoría y 32 más plurinominales.

Y todavía quieren su reelección directa. Obviamente lo más sensato, económico y práctico será volver al principio: 300 diputados elegidos democráticamente en cada distrito electoral y 64 senadores electos, dos por cada entidad del país.

Es tiempo que los mexicanos pongamos un hasta aquí a tanto político cínico y abusivo.

El Papa Benedicto XVI concluyó exitosamente su gira por México y a pesar de sus 84 años de edad se entregó de lleno a sus actividades para ganarse el cariño y la simpatía del pueblo mexicano.

El Sumo Pontífice se solidarizó con las víctimas de la violencia y se comprometió a orar más por México. La visita papal fue aprovechada para solicitar más libertad religiosa y mayor presencia de las iglesias en la vida nacional.

Su gira por Cuba resultó arrolladora, aunque el gobierno de ese país se cerró por completo al llamado del Papa a emprender cambios políticos. Por cierto, ¿era necesario que Benedicto XVI se reuniera con Fidel Castro, quien todavía se dio el lujo de pedir que se agilice la canonización de Juan Pablo II y la Madre Teresa?

Envía tus comentarios a jhealy1957@gmail.com

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