Manifestación. Activistas e integrantes de organizaciones no gubernamentales que forman parte de la caminata por la 'Defensa y Dignidad de los Migrantes' toman de manera simbólica las oficinas de la Organización Internacional de las Migraciones, la Secretaría de Desarrollo de la Frontera sur, el DIF municipal y la Fiscalía para Migrantes.
Tapachula es conocido a nivel nacional e internacional como el paraíso sexual, donde mujeres migrantes son enganchadas y obligadas a ejercer la prostitución, además de la explotación laboral de niños indígenas guatemaltecos, denunciaron activistas en su segundo día de caminata.
Tras recorrer 45 kilómetros de la frontera de México con Guatemala, los defensores de derechos humanos de migrantes arribaron ayer al mediodía a esa ciudad, donde tomaron de manera simbólica las sedes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Fiscalía para la Atención de Migrantes y el ayuntamiento municipal de esta ciudad.
Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), exhortó a la OIM a que verdaderamente hagan un trabajo en contra de la trata de personas, ya que decenas de menores indígenas guatemaltecos son explotados laboralmente.
"Repudiamos la omisión y pasividad de la OIM ante la problemática de la trata de persona en esta ciudad, no es posible que se siga explotando a los niños conocidos como "canguritos" a quienes obligan a trabajar en la venta de cigarros y dulces con jornadas de hasta 12 horas diarias con un pago de 50 pesos por día", aseveró el activista afuera de la sede de la OIM.
Los manifestantes también protestaron en las instalaciones de la Fiscalía para la Atención de Migrantes, en donde demandaron la reestructuración de todos los mandos al considerar que no cumplen con los objetivos.
El grupo de activistas también protestó en las instalaciones del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal y la alcaldía, en donde acusó al presidente municipal, Emmanuel Nivón de solapar la explotación sexual de mujeres centroamericanas en Tapachula.
"A unos metros de la alcaldía los policías municipales permiten la prostitución de menores, a quienes les cobran de 30 a 50 pesos por permitirles trabajar, mientras que los días domingo decenas de mujeres indígenas guatemaltecas son enganchadas para trabajar en bares disfrazados de restaurantes, donde terminan siendo explotadas sexualmente", aseveró la coordinadora de Familias Latinas Unidas (FLU), Elvira Arellano.