El ex vicepresidente argentino Julio Cobos aseveró en una entrevista que publica hoy el vespertino chileno La Segunda, que la mandataria Cristina Fernández “ejerce el poder imponiendo”, y reveló que nunca realiza reuniones de gabinete.
Cobos dijo que Fernández tiene “una forma muy particular” de gobernar, ya que “no hace reunión de gabinete, de ministros. No dialoga con las otras fuerzas políticas. En lo único que ha invitado a la oposición ha sido en el tema de las (Islas) Malvinas”.
“Pero (Fernández) es más bien confrontativa. No digo que esté bien o mal, pero es un estilo de ejercer el poder imponiendo y creo que también se puede ejercer convenciendo”, puntualizó el ex vicepresidente, quien hace siete meses dejó el gobierno.
Agregó en su primera entrevista tras dejar el cargo en el Ejecutivo, que la jefa de Estado “no es abierta al diálogo ni es proclive a los grandes acuerdos o consultas, teniendo la oportunidad en su segundo mandato de producirlos”.
De tendencia radical y de 57 años, Cobos agregó que la mandataria sólo se comunica con el jefe de gabinete de turno, mismo estilo que tenía su esposo, el fallecido ex presidente Néstor Kirchner, “pero él era más obsesivo y estaba todo el día preguntando”.
Comentó respecto a su voto “no positivo” en el Senado en la polémica ley que impondría en 2008 un esquema de impuestos a la exportación de granos, lo que lo llevó a ser un opositor al gobierno, dijo que “fue un momento difícil para mí el conflicto con el campo”.
“Contrariar la decisión presidencial era una situación delicada, pero entendí que eso ayudaba a la gobernabilidad y tenía una visión distinta. La situación se hizo cada vez más complicada y a mí me pedían una postura”, recordó.
Definió a la presidenta Fernández como una mujer con “mucho carácter, convicción, pero es poco tolerante, tiene poca predisposición al diálogo y no es autocrítica. Ella misma ha dicho: yo no voy a hablar mal de mí misma”.
Reveló que “muchos de sus colaboradores no se animan a hacerle ver las cosas. Yo se lo hacía ver y Néstor (Kirchner) me imagino que también. Pero Néstor, si bien era medio atolondrado, si tenía que volver, volvía”.
