El exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, acusó al Gobierno Federal de influir en la elección presidencial mediante acusaciones en su contra por nexos con el crimen organizado y lavado de dinero.
En una entrevista radiofónica, el exgobernador priista rechazó tener vínculos con cárteles de la droga o haber recibido sobornos por brindar protección a criminales cuando gobernó Tamaulipas entre 1998 y 2004.
Yarrington es acusado en Estados Unidos de lavar dinero de sobornos mediante inversiones en Texas a través de prestanombres. También es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) por dar protección al crimen organizado.
Su sucesor en la gubernatura, Eugenio Hernández, también es investigado y la PGR cateó esta semana propiedades de ambos.
"El gobierno de la República busca incidir en el resultado electoral, en la campaña presidencial tratando de señalar al PRI como un partido de delincuentes", dijo en la entrevista.
Yarrington negó tener negocios en Texas y cualquier relación con el empresario Fernando Cano, quien tiene una orden de aprehensión por lavado de dinero a favor del exgobernador.
El comité nacional del PRI ya inició un proceso para expulsar de sus filas a Yarrington, quien acusó un "uso malicioso" de la procuración de justicia.
Sobre el deslinde que hizo el PRI, dijo que entiende que el partido está inmerso en la campaña electoral, pero que no lo necesita para defenderse jurídicamente.