Dentro del Vaticano conocen la verdad sobre la misteriosa desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, hija de un empleado de la Casa Pontificia, revelaron hoy fuentes de la fiscalía de la capital italiana que indagan el caso.
Citados por la prensa local, investigadores de la fiscalía romana insistieron en que en la Santa Sede hay personajes aún vivos que saben la verdad sobre uno de los grandes misterios italianos.
Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983, cuando tenía 15 años de edad y el caso fue inicialmente vinculado con el atentado de 1981 contra el papa Juan Pablo II, cuyo único autor confeso hasta ahora ha sido el turco Mehmet Alí Agca, entonces miembro de la organización extremista de los Lobos Grises.
Asimismo, en la desaparición de la adolescente fueron involucrados el Estado Vaticano, el italiano, el Instituto de Obras Religiosas (IOR) de la Santa Sede, la organización criminal conocida como “la banda de la Magaliana”, el Banco Ambrosiano y los servicios secretos de varios países.
El secuestro de Orlandi está además vinculado con el de Mirella Gregori, otra adolescente desaparecida en Roma el 7 de mayo de 1983 y nunca más encontrada.
El caso fue reabierto en 2008 luego de que se encontraran nuevos elementos que involucrarían a Enrico De Pedis, jefe de la banda de la Magliana, fallecido en 1990 y cuyos restos descansan insólitamente dentro de la cripta de la basilica de Sant’Apollinare de Roma, propiedad del Opus Dei.
Según las declaraciones hechas este lunes por los magistrados, la apertura de la tumba de De Pedis podría no ser necesaria en las indagaciones, pues resultaron contradictorias las declaraciones de una ex amante del jefe de la banda de la Magliana, que había atribuido a esa organización el secuestro de Orlandi.
“La posición de los fiscales, según los cuales personalidades vaticanas conocen la verdad sobre Emanuela es importantísima. Ahora espero una respuesta del Vaticano”, declaró Pietro Orlandi, hermano de la desaparecida.
Dijo no creer que los restos de su familiar se encuentren dentro de la cripta de la basílica de Sant’Apollinare, como se hipotizó luego de que en 2008 una fuente anónima reveló a un programa televisivo que para conocer la verdad sobre la desaparición de Orlandi era necesario abrir esa tumba.
En 2010 el Vaticano dio su autorización, bajo pedido de la autoridad judicial italiana, para inspeccionar la cripta.
En el intrincado caso han sido también involucrados algunos cardenales, como Giovanni Battista Re y Ugo Poletti, que en su momento negaron cualquier vínculo, mientras el 7 de julio de 1983 Juan Pablo II hizo un llamado público para pedir la liberación de Emanuela, con lo que oficializó la hipótesis del secuestro.
