Adelgazan por un papel

Hasta los huesos por un personaje. Ya sea porque histriónicamente son llevados por caminos desconocidos o porque necesitan transformarse en alguien totalmente distinto, hay actores que conviven con el personaje 24 horas del día para desmenuzarlo, comprenderlo y convertirse en él mucho antes de que inicie el rodaje.

Quien puede hablar de esta experiencia es Gustavo Sánchez Parra. En 2010 se sometió a una dieta extrema para perder 13 kilos en cuatro meses, esto para el rodaje de la película Rabia, en la cual interpreta a José María, un ilegal en España que se convierte en asesino de manera accidental y tiene que ocultarse en un ático.

Debido a la descompensación que sufrió su cuerpo, tuvo episodios de ansiedad y depresión, además de que tuvo que alejarse del mundo.

"Estar en reuniones con amigos o la familia significaba hablar de comida, era muy duro, mi mamá al verme de esa manera sufría, y yo lo hacía porque no podía comer, entonces me aislé completamente", compartió Parra.

Recordó que antes de viajar a España para el rodaje, hizo una aparición en la entrega del Ariel, donde su estado causó conmoción. "Fui, aparecí, pero yo me sentía muy débil, muy cansado; mis amigos que me vieron se espantaron, aunque sabían lo que estaba haciendo, gente que no tenía ni idea me preguntaba si estaba enfermo, otro me comentó por ahí 'oye, ¿tienes sida?'" Después de terminar este proyecto, Gustavo tuvo que ir a terapia para tener una recuperación tanto física como emocional.

Llega su turno

La actriz Mónica Huarte, cuyo trabajo cinematográfico ha destacado en el género de la comedia en películas como Cansada de besar sapos, Efectos secundarios y Volverte a ver, está a punto de dar un giro a su carrera, ya que tiene en sus manos el personaje principal de la película La guerra de Manuela Jacovitch, que iniciará rodaje en octubre bajo la dirección de Diana Cardozo.

"El personaje es psicológicamente muy complejo, porque es el proceso de ver a un ser humano que aparentemente es muy normal y que no es capaz de matar una cucaracha, a cómo va trastornándose y convirtiéndose en una asesina", explicó Huarte.

Entre los requerimientos que Mónica tiene que cubrir para interpretar a Manuela, personaje que le llevó tres años de espera después de haber hecho el casting; está además de aprender a cocinar y controlar su personalidad hiperactiva, bajar significativamente de peso y quedar en poco menos de 50 kilos.

"Me pidió la directora que esté muy, pero muy flaca para que se vea desde un principio que hay algo que no está bien con ella".

Es por eso que se ha sometido a un régimen en el cual ha reducido su consumo de calorías, además de estar llevando una rutina de ejercicios demandante, con la cual ya ha sufrido un desmayo.

"Había pedido al universo un reto: que por fin me dejara mostrar que soy una actriz completa", declaró.

Y ellas suben de peso

Vanessa Bauche. La actriz cuenta que sufrió un desorden en su metabolismo debido a que subió de peso muy rápido para caracterizarse como Digna Ochoa en la película documental de Felipe Cazals.

Renée Zellweger. Ella también aceptó subir de peso para dar vida a Birdget Jones, en la saga de películas basadas en la columna periodística de esta mujer moderna.