El delantero lagunero, Oribe Peralta, espera romper la sequía goleadora del Tri este domingo ante la selección de Gabón. (EFE)
La voz es más tenue de lo habitual, inequívoco reflejo de las horas bajas que vive Oribe Peralta.
Obligado a marcar diferencia con anotaciones, el refuerzo del Tricolor olímpico admite la falta de ocasiones que ha tenido en los más recientes cinco partidos disputados. Considera que necesita "estar más tranquilo, porque si me empiezo a desesperar, voy a perder la concentración".
"Cuando tenga una opción, tratar de concretarla… Nada más", agrega, con el gesto adusto.
Desde que la Selección Mexicana Sub-23 inició la concentración final para Londres 2012, ha jugado 450 minutos. Sólo tiene tres tantos logrados (dos de Marco Fabián y uno de Javier Aquino), además de que en ningún cotejo ha hecho dos o más tantos.
Buena parte de la tarea goleadora recae en "El Cepillo", pero subraya la falta de balones padecida.
"[Contra Corea del Sur] me sentí bien físicamente, tratando de pelear por todas las pelotas", rememora. "Sí, es un poco complicado cuando no tienes opciones claras de gol; el luchar te va desgastando, pero esto es algo que el equipo debe resolver, no solamente yo. Hay que tener más concentración y oportunidades de gol".
Sólo cuenta con 48 horas para lograrlo. La confección del torneo olímpico da poco margen de maniobra a los participantes, quienes deben afilar los colmillos mientras relamen sus heridas.