Los puertos de Los Ángeles y Long Beach (California) operaban ayer de forma parcial tras un movimiento de huelga de trabajadores que denuncian tener un contrato vencido desde 2010.
La paralización empezó de forma parcial desde el martes pasado en una terminal, pero se extendió, y ayer jueves se han sumado 10 de las 14 terminales del más grande puerto marítimo de Estados Unidos. Se indicó que negociadores han pedido a los trabajadores a que regresen a sus labores, pero éstos se han negado, lo que habla de que la situación pudiera complicarse y causar serios daños a la actividad económica