El empeño del gobierno venezolano de implantar un modelo estatista en el país ha llevado al cierre de más de cinco mil establecimientos industriales en los últimos 13 años, afirmó hoy el dirigente empresarial Carlos Larrazábal.
“Esta política oficial colocó a tan importante sector de la economía en una situación de precaria supervivencia”, precisó el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria).
Larrazábal recordó que "hoy por hoy en Venezuela todo el tema económico está supeditado a la implantación de un modelo político-ideológico, en el cual el Estado es propietario, promotor y regulador de todo tipo de actividad productiva".
"Haber impuesto estas condiciones, sin la participación de la sociedad ni del sector empresarial, se ha traducido en más de mil 600 expropiaciones, expoliaciones e intervenciones a empresas privadas de todo tipo y tamaño", afirmó.
Este modelo económico, destacó el empresario, difiere en mucho del asumido por otros países del continente, dado que absurdamente rechaza y combate la existencia de la actividad empresarial privada en el país, por lo que ha sido denunciado por el organismo gremial.
“Si Venezuela hubiese continuado la ‘senda industrial’ perdida con la llegada de Chávez al poder, el sector manufacturero contaría con más de un millón de puestos de trabajo, en lugar de los 350 mil que genera actualmente”, afirmó Larrazábal.
El dirigente gremial destacó que la manufactura tiene un peso de 14.4 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB), según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), pero que en 1999 el sector representaba el 16.6 por ciento del PIB.
“El gremio ha advertido en reiteradas ocasiones que en los últimos años el peso de la manufactura en la economía ha venido cayendo sistemáticamente, mientras crecen las importaciones, el comercio y se debilita al aparato productivo nacional”, resaltó.
"La industria no ha podido crecer en respuesta al ingente gasto público que el Estado le ha inyectado a la economía, gracias a los altos precios del petróleo", recalcó Larrazábal.
Señaló que se requiere promover espacios de diálogo y que si les garantizan las condiciones de competitividad, los industriales estarían dispuestos a invertir en mejorar la productividad, así como a fomentar la tecnología y la innovación.
Finalmente, dijo, para que la manufactura logre alcanzar un mayor desarrollo es necesario reducir la dependencia de las importaciones y expandir los mercados para la producción nacional, aprovechando los procesos de integración comercial con otros países.
