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Afores: sí a la información

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Afores: sí a la información

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Socorro Muñoz Yáñez

A pesar de que hace varios años escuchamos hablar de Afores, y un gran número de mexicanos está afiliado a alguna de ellas, todavía son muchas las personas que desconocen los aspectos más importantes acerca de estas administradoras. Conocerlos puede marcar una diferencia crucial en su futuro financiero.

Pocas personas están consientes de la importancia que guarda su Administradora de Fondos para el Retiro (Afore). Incluso la mayoría ignora que la elección que haga de una de estas instituciones le puede hacer perder o ganar hasta más del 50 por ciento de su pensión.

Aunque a simple vista el tema de las Afores puede parecer aburrido o confuso, no tiene por qué ser así. Lo invitamos a descubrir lo esencial a saber para que su futuro no corra riesgos innecesarios.

LOS PUNTOS CLAVE

El mundo financiero no es estático y las Afores forman parte de éste. Por ello es indispensable que todo trabajador sea muy consciente de datos elementales, empezando por tener plena conciencia de a cuál institución se encuentra adscrito.

De acuerdo a informes de la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios Financieros (Condusef), tras 15 años de entrar en funciones, gran parte de los mexicanos aún desconoce el tema y más aún, se palpa un marcado desinterés general al respecto. Muchos no saben, por ejemplo, que en su cuenta de Afore se reciben las aportaciones del seguro de retiro, cesantía y vejez. E igualmente de otras dos subcuentas, una de ahorro voluntario y otra de vivienda; la primera se utiliza para los depósitos adicionales que puede realizar el patrón o el propio empleado, con el objetivo de incrementar el saldo para la jubilación, mientras que en la de vivienda se registran las contribuciones del patrón (cinco por ciento sobre el salario base, cantidad que es canalizada al Infonavit).

A lo largo del tiempo que tiene funcionando este sistema ha evolucionado, muestra una mayor flexibilidad ya que permite el cambio de una Afore a otra, es totalmente transparente (según la ley usted debe recibir por lo menos cada seis meses un estado de cuenta), e incluso hoy las Afores participan en la Bolsa Mexicana de Valores.

Usted elije

Seleccionar una Afore debe ser un acto razonado; hay quienes se ‘van’ con una u otra porque el agente de la administradora es su amigo o familiar. Otros más aceptan cambiarse sólo porque un representante les ha estado insistiendo y les da pena seguir diciéndole “no”.

Según la Condusef, hay tres factores elementales a considerar a la hora de escoger:

-Comisiones. Es decir, la cantidad que cargan estas instituciones por concepto de administración. Cada Afore tiene sus propios tabuladores, y la variación entre una y otra puede ser considerable.

-Rendimientos. Esto se refiere a qué tanta ganancia se llega a obtener por parte del organismo, según el manejo que éste le da a su cuenta. Al igual que el punto anterior, hay Afores que ofrecen rendimientos más altos que otras.

-Servicios. A las Afores les interesa tener la mayor clientela posible. Así, pueden ofrecer beneficios adicionales que atraigan a más usuarios, por ejemplo proporcionar más estados de cuenta de los obligatorios, o permitir la consulta de movimientos por Internet.

Es posible comparar los tres aspectos, a través de las páginas web de las distintas opciones. Si usted ya está inscrito a una Afore y tras evaluar los puntos citados decide que ésta no le convence y quiere depositar su cuenta en manos de otra, puede efectuar un cambio.

Para ello, es requisito que haya permanecido al menos un año en su actual Afore. No obstante, la Condusef señala un punto sumamente interesante: si la institución a la que usted desea ‘mudarse’ tiene mayor rendimiento neto, puede hacer el trámite aun sin haber cumplido los 12 meses.

Una vez considerado lo anterior, el proceso es realmente sencillo. Básicamente debe contactar a la organización de su interés y programar con una cita para oficializar su petición. Le pedirán que llene una solicitud y entregue algunos documentos (identificación oficial, comprobante de domicilio y CURP). El traspaso tarda alrededor de un mes en quedar oficializado.

CIMIENTOS Y FRUTOS

Hasta finales de la década de los ochenta y principios de los noventa, el sistema de pensiones de México estaba bajo la responsabilidad del IMSS. Tal esquema mantenía los recursos compartidos y dispensaba beneficios entre los trabajadores activos y los retirados, además de las aportaciones que realizaban el gobierno y el patrón. Pero el sistema mostraba evidencias de rotundo fracaso ante la disminución de la tasa de natalidad, la cual generó que disminuyera la proporción de empleados activos con respecto a los jubilados, afectando directamente los recursos para cubrir el pago de las pensiones. Por esta razón, en marzo de 1996 el gobierno federal presentó la iniciativa de Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, con el objetivo de mantener una estructura eficiente y financieramente sustentable.

Así, a partir del 1 de julio de 1997 inició el actual esquema de pensiones que autorizó la participación del sector financiero privado, por medio de las Afores. De igual manera se crearon las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores), instrumentos a través de los cuales las Afores invierten los recursos de los trabajadores. Las Afores son reguladas por la Comisión Nacional de Ahorro para el Retiro (Consar).

Es importante observar que si bien en los primeros cinco años las Afores experimentaron un boom, hoy subsisten sólo aquellas que han conseguido estabilizarse y forman parte de una institución financiera sólida. Tan es así que hasta el cierre de abril, las 13 Afores existentes gestionaban 46.8 millones de cuentas, sumando un billón 680 mil 920 millones de pesos, con un rendimiento real de 6.43 por ciento.

EL LADO NEGATIVO

Cabe destacar que las Afores han recibido severas críticas por parte de los académicos, quienes aseguran que las comisiones cobradas vuelven al sistema una estafa para el empleado, el cual queda indefenso ante la poca eficiencia financiera de la mayor parte de las administradoras.

De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE), México exhibe un bajo nivel de ahorro para el retiro, ya que se estima que en nuestro país los trabajadores recibirán sólo el 40 por ciento de su salario al momento de jubilarse, mientras que el promedio de los países integrantes de la OCDE es de 70 por ciento.

Vale la pena mencionar que según la Consar esa tasa se debe al bajo nivel de aportaciones que realizan los trabajadores ante el Seguro Social. En el caso de las contribuciones obligatorias, éstas implican un reto para el mismo sistema. Sin embargo, las voluntarias sí dependen de cada persona y lamentablemente, lo usual es que la gente no piense en este aspecto sino hasta que llega el momento de retirarse y descubre que el dinero acumulado no le alcanza para mantener el nivel de vida que acostumbra.

PIENSE A FUTURO, ACTÚE HOY

Inscribirse en una Afore no significa que deba permanecer en ella por siempre, máxime si ve que no es competitiva ni está resultando la mejor alternativa para sus fondos de retiro. No le lleva más de unos minutos repasar su estado de cuenta, evaluar los renglones de comisiones y rendimientos, y comparar los resultados que han ofrecido en el mismo periodo otras instituciones.

Manténganse informado sobre los movimientos que lleva a cabo su administradora. Haga conciencia y ahorre. Y sobre todo, no tire el informe de su futuro a la basura.

Correo-e: smunoz@elsiglodetorreon.com.mx

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