Solos. El 40 por ciento de las tumbas del Panteón de Oriente no reciben visitas, si bien la mayoría son muy antiguas, algunas con más de 150 años, otras son muy recientes pues los difuntos fueron enterrados hace apenas uno y dos años.
El 40 por ciento de las tumbas del Panteón de Oriente están abandonadas. Entre ellas ya se encuentran difuntos que apenas fueron enterrados hace uno y dos años, pero nadie volvió a visitarlos, refirió el administrador del camposanto municipal Jesús de la Torre Torres.
En el Panteón de Oriente hay 62 mil sepulcros con 280 mil personas; está al 50 por ciento de su capacidad y todavía le caben más de 200 mil personas, reportó.
Casi todas las tumbas están a la mitad, pero ya no se venden lotes.
El entrevistado comentó que a las tumbas más viejas nadie las frecuenta, algunas ya no tienen descendencia; pero también hay tumbas recientes que nadie visita, con apenas de uno o dos años de antigüedad.
"Vienen y los sepultan y ya no regresan o vienen cada año", refirió.
En estas sepulturas solo se hace limpieza y alguna reparación menor; no se puede intervenir en reparaciones porque son propiedad particular, especificó.
De los 62 mil lotes que existen en el Panteón de Oriente, 17 mil no tienen propietario, aunque están ocupados, expresó De la Torre Torres.
En cada lote caben cuatro personas más; pero no pueden utilizarse.
El Administrador comentó que la gente sí ha acudido a regularizar los terrenos, lo único que se les pide es comprobar el parentesco con el difunto. En algunos, dice, casos será difícil, como con las tumbas de más de 151 años.
Al año se legalizan 500 lotes, que son 40 al mes. Por el puro título de propiedad se cobra mil 418 pesos; el costo aumenta a 9 mil 500 si se adquiere el título de propiedad, gavetas y la exhumación.
Sobre la exhumación, resaltó que es una alternativa que se ha promovido para reutilizar las tumbas, pues hay cupo en los lotes, ante lo cual la gente ha respondido de manera positiva.
Se busca que cuando estén llenos los lotes los familiares acepten enviar los restos al fondo para que queden libres las cuatro u ocho gavetas.
LAS MÁS VIEJAS
El Panteón de Oriente nació como tal en 1858 y las tumbas del panteón viejo están por cumplir 151 años, según datos del encargado del cementerio.
La sepultura más antigua tiene 151 años, es la de Ruperto Aragón, el primer hombre enterrado en el Panteón de Oriente junto a la barda que colinda con el Instituto Estatal del Deporte (IED), en su tumba está grabada su fecha de fallecimiento: 24 de abril de 1861.
El Panteón de Oriente da descanso al menos a 800 extranjeros, entre ingleses, franceses, italianos, norteamericanos, un israelita, árabes y chinos.
Los originarios de Estados Unidos e Inglaterra fueron sepultados en la zona del cementerio conocida como el Panteón Inglés, que se encuentra pegado a la cara del panteón que da hacia prolongación Pino Suárez.
Ellos eran exploradores y trabajadores en el Cerro de Mercado y en otras minas de oro y plata; después, vinieron a la Nueva Vizcaya personas de Arabia Saudita, Francia, Italia y China.
El Panteón Inglés es la morada de Marcos Ison, quien era gerente del Cerro del Mercado e impulsor de la industria del metal en Durango, reconocido por obtener el primer lingote de fierro vaciado el 16 de enero de 1858.
Por su parte, los chinos, aunque son la mayoría de los foráneos que vinieron por actividad comercial a la actual capital duranguense, están regados entre las demás tumbas en toda la superficie del cementerio.
ARMANDO ACEVEDO/ El Siglo de Durango
SU HISTORIA
Como fecha aproximada, en 1858, Juan Nepomuceno Flores donó 20 hectáreas para la construcción del Panteón de Oriente a la entonces Nueva Vizcaya; pero fue hasta el 8 de julio de 1562 cuando la ciudad se fundó como Victoria de Durango, data el Panteón de Oriente.
Ese mismo año Bernardo Georgy cedió la cantera del cerro de Tapias para la construcción de la estructura del cementerio.
También se integró el primer patronato para la construcción. La aportación más alta, para esa época, fue de mil pesos.
Cooperaron con dicha cantidad Dolores Giraldo, Felipe Pérez Gavilán, Ladisdao López Negrete, Juan Holgaría, Juan Juámbelz, Tomás Chávez, Juan Francisco Escobar, Rafael Peña, Jesús Arritola, Juan de Dios Palacios, María López y Manuel Pérez Gavilán.
Otros miembros de la sociedad aportaron 20, 50 o 100; en total el panteón costó 100 mil 200 pesos.
En 1873 se construyó la capilla, mejor conocida como El Descanso, cuyo costo fue de mil 280 pesos.
En 1947, el Ayuntamiento adquirió ocho hectáreas más para el panteón; se pagaron 425 pesos por cada una. Es por ello que ahora el camposanto tiene superficie de 28 hectáreas.
De 1860 a 1947 los lotes costaron 12.50 pesos, ahora su precio es de mil 418 pesos y 9 mil 500 si se adquiere el título, gavetas y exhumación.
Aunque Juan Nepomuceno no fue sepultado en el Panteón de Oriente, tiene un lote, es el marcado con el número 110. Se trata de un terreno amplio en forma de círculo, es la muestra física de su donación para el cementerio donde hoy descansan 280 mil personas.
