Grupos defensores de inmigrantes en Estados Unidos alertaron hoy que la fracción de la SB1070 permitida por la Suprema Corte estadunidense “podría ser una gangrena que corre el riesgo de extenderse en el país”.
“Es un día muy triste para un país que ha sido hecho por los inmigrantes”, comentó Raúl Murillo, de la Hermandad Mexicana Nacional, al condenar la resolución judicial, que permite a policías en Arizona revisar el estatus migratorio de sospechosos.
“Lo que resolvió la corte no es ni victoria ni derrota parcial. Sólo se ha impulsado que gentes racistas como Joe Arpaio continúen alentando su perfil racial y discriminador”, aseveró Murillo.
“Si han estado castigando a trabajadores sólo por su apariencia, y si están separando a familias por ese perfil, se corre el riesgo de que esto se siga extendiendo en otros estados, lo que urge sea detenido”, manifestó.
“Es increíble lo que hicieron los jueces que se consideran justos y que permitan a policía detener (personas) sólo por parecer indocumentados, cuando ellos saben muy bien que eso va en contra de nuestra constitución”, puntualizó.
“Esperamos que en otros estados no haya réplicas, porque de extenderse será una más grande vergüenza y una mala imagen para un país como Estados Unidos”, manifestó.
Osvaldo Cabrera, director de la Coalición Latinoamericana Internacional, exigió que los estados no tengan ninguna injerencia ni usurpen el rol del gobierno federal en asuntos de migración.
“La decisión de la Corte Suprema sólo abre las puertas al perfil racial contra inmigrantes de descendencia latina, así que llamamos a todas las organizaciones nacionales como MALDEF o ACLU a emprender una batalla legal para derrotar a esas medidas draconianas”, anotó.
Ángela Zambrano, directora del Centro de Refugiados Centroamericanos (CARECEN), dijo que en Arizona hay más de 23 mil agentes de migración, que en 20 minutos se pueden presentar para detener a quien quieran a petición de un policía.
“Todo eso es preocupante, porque cualquier policía, si tiene una duda razonable, sólo por una falta de tránsito o en la calle o en donde quiera, podrá detener a una persona y eso es inconcebible”, aseveró.
Claudia Rodríguez, una inmigrante con 12 años en Estados Unidos, se declaró preocupada por su destino y por el de sus dos hijos.
“Estamos en espera de arreglar nuestros papeles, porque sufrimos violencia doméstica y sólo esperamos que esto no llegue a California”, apuntó.
“La noticia nos asustó, pero también nos ha molestado mucho porque no puede ser que no nos estén valorando de que venimos a trabajar de forma honesta que no somos ni criminales”, indicó la guatemalteca Rosalía Martínez.
“Sólo van a provocar que la gente se quede encerrada en sus casas en Arizona y esperamos que este mal no vaya a llegar a California porque si no qué vamos a hacer para pagar nuestros billes (pagos)”, apuntó.
La empleada de limpieza Elena Guarneros fue más tajante. “No tengo papeles. Tengo 20 años aquí, pero ya no veo noticias. Me traían miedo, terror y desvelos y no pasa nada. Yo nomás trabajo y no me meto en problemas pero ya no veo las noticias de la televisión en español porque me enferman”.
