La deuda pública conjunta del gobierno federal alemán, los estados y los ayuntamientos alcanzo en el primer trimestre de 2012 un nuevo récord al superar el umbral de los dos mil billones de euros, informó la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Alemania acumuló una deuda pública superior al 80 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB). Eso supone 42 mil 300 millones de euros más que el mismo trimestre de 2011, según dio a conocer el Destatis en Wiesbaden.
El principal deudor es el gobierno federal, cuyas obligaciones aumentaron de 12 mil 500 millones de euros hasta mil 286 billones. Pero también rápidamente aumentó la deuda de los estados federados de 23 mil 800 millones de euros, hasta 622 mil 700 millones.
Los medios financieros alemanes tacharon el resultado de “decepcionante” en particular si se considera la situación favorable de la economía alemana que logró superar la crisis y consolidar su crecimiento también en el primer trimestre del año con 0.5 por ciento. Destatis aclaró que el aumento significativo del gasto del gobierno federal se debe fundamentalmente a los presupuestos extraordinarios para financiar los fondos de rescate en Europa.
Alemania, junto a otros países de la zona euro busca introducir un impuesto sobre las transacciones financieras que debería convertirse en una nueva fuente de ingresos para financiar la deuda pública, engrosada por la participación financiera en los fondos de rescate europeo.
Para que el impuesto funcione y para que se pueda introducir respetando las leyes europeas, hacen falta por lo menos nueve países que estén de acuerdo en su introducción simultánea.
La ministra de Finanza danesa, Margrethe Vestager, quien es también presidenta de Ecofin (Grupo de Ministro de Economía y Finanzas de la Unión Europea), dijo tras la reunión entre ministros de Finanzas en Bruselas que no había el acuerdo para la introducción de la medida en todos los 27.
Ante la falta de unanimidad, se abre la puerta a una cooperación reforzada entre un puñado de países deseosos de llevar adelante la medida: los dirigentes de Alemania, Francia, Italia y España respaldaron la iniciativa tras su cumbre en Roma.