Los germanos tendrán un duro choque ante la defensa helénica. Alemania no mezcla futbol con política
El partido de cuartos de final que disputarán mañana viernes Alemania y Grecia da juego para mezclarlo con la política.
Se ha convertido en un encuentro con un significado más allá del futbol ante los recortes públicos que impulsa el país germano al heleno para frenar su deuda en medio de la crisis. Sin embargo, los hombres de Joachim Löw "pasan" de todo eso.
No quieren que el deporte y la política jueguen un duelo alternativo al que disputarán las dos selecciones mañana viernes. Muchos han querido extrapolar al futbol las divergencias que puedan tener ambos países. Pero en la concentración germana, en seguida niegan esas comparaciones.
El primero en pronunciarse fue Joachim Löw, que se desmarcó de cualquier connotación política: "Ángela Merkel y yo tenemos una buena relación y un acuerdo por el cual ella no me aconseja en la alineación de jugadores y yo no le aconsejo en decisiones políticas.
Es sólo un partido de cuartos de final normal contra Grecia y nada más".
La prensa alemana y griega han aportado algunos calificativos al duelo y algunos medios de comunicación lo han denominado "el choque de la Eurozona".
Preguntado al respecto el centrocampista Thomas Müller siguió la misma línea que su entrenador. "La política no es un tema para nosotros. Eso no quiere decir que esté prohibido hablar. Me gusta bastante Grecia por mis experiencias", afirmó al diario "Bild".
"Para nosotros este partido sólo importa desde lo futbolístico y nos enfocamos en eso", recalcó en rueda de prensa el defensa Holger Badstuber.
De momento, el equipo germano está centrado en preparar el encuentro que de verdad cuenta, el que se juega sobre el césped.
Alemania está fuerte, es el único equipo que ha hecho pleno de victorias en la fase de grupos.
Sin embargo, desde que comenzó la Eurocopa, e incluso antes, las polémicas políticas no han dejado de aparecer.