ONU. Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
Las organizaciones criminales tienen alcance internacional debido a que han adoptado un sistema de redes de intercambio de bienes y servicios delictivos que les permite cooperar entre ellas sin que necesariamente tengan presencia territorial en los países donde han desarrollado sus contactos, consideró Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
"Si yo controlo un territorio, si produzco droga, la vendo en mi territorio y la ofrezco a alguien más, y el que la compra puede tener, por ejemplo, facilidades para el lavado de activos o brindarme apoyo en encontrar armas o en trata de personas, entonces, los grupos criminales, aún estando radicados, desarrollan redes en donde colaboran para abrir mercados", explicó en entrevista.
En este escenario internacional, señaló, probablemente los cárteles de la droga mexicanos sean las organizaciones que cuentan con una mayor red de contactos en América Latina, pues en los últimos años han adquirido un enorme poder económico y han diversificado los productos y servicios que ofrecen y requieren.
"Seguramente las organizaciones criminales mexicanas han tenido mucho tiempo y mucho dinero para fortalecerse, para desarrollar una serie de redes de contactos a nivel regional y a nivel internacional que otros grupos criminales centroamericanos o de América Latina no han tenido", apuntó.
La internacionalización de las organizaciones delictivas, detalló, pasa primero por un proceso de control territorial, es decir, unos grupos nacionales se asientan sobre ciertas geografías y empiezan a dominar las actividades no sólo de tráfico y venta de droga sino también de otro tipo de ilícitos y extorsionan a quienes están dentro de la economía formal.
Esta toma del control de las localidades, añadió, puede darse en forma violenta en la medida en que exista otro o varios grupos que también aspiren a dominar la misma zona y a la poca o nula presencia de la autoridad legalmente constituida.
"El control de la plaza me permite controlar la ruta, controlar los mercados ilegales que se desarrollan en mi plaza, como también me permite controlar o tratar de controlar los mercados legales que se desarrollan en esa ruta, cuando hablo de mercado legal quiero decir sobre todo el fenómeno de la extorsión", indicó.
Mazzitelli informó que en la UNODC está por concluir un estudio sobre la violencia en Centroamérica en la que se analiza cómo los grupos criminales locales interactúan dentro del flujo regional de la droga y cómo esta participación ha ido incrementando la violencia en la región.
"Yo diría que no hay necesariamente un proceso de aprendizaje, hay un proceso de evolución de las organizaciones criminales. (...) México ha sido un antecesor. Eso que se ha visto en México ahora empieza a reproducirse, pero con grupos diferentes, en América Central", comentó.
