Dedicarle poco tiempo al sueño es de los peores males que podemos hacerle al organismo, ya que varios procesos regenerativos tienen lugar durante el sueño, además de proporcionarnos un descanso que el cuerpo precisa. INGIMAGE
¿Te has planteado alguna vez cómo afectan a tu salud inocentes hábitos cotidianos que parecen no responder a ningún motivo? Algo tan sencillo como, por ejemplo, conducir con las ventanas bajadas constituye un hábito que el cuerpo no agradece demasiado. Y es que nuestros pulmones reciben una mayor cantidad de aires contaminados de lo que creemos. En concreto, pasar un 6% del tiempo del día conduciendo puede exponernos a la mitad del total de aires contaminados a los que normalmente nos enfrentamos.
Por otro lado, algo que si no hemos pensado seguro que habremos notado, es el peso literal que supone llevar un bolso muy cargado. Es fundamental seleccionar solo los objetos necesarios para el día a día a la hora de llenar nuestra bolsa de mano, aquella que usamos a diario sin fijarnos ni qué contiene. Los problemas que puede general son innumerables: lumbalgia, artritis, otras disfunciones en la columna vertebral o distintos problemas de postura.
Para aquellas que más tiempo le dediquen al ejercicio, conviene recordar que igual que es bueno practicarlo también es positivo fijarse un límite. Muchas personas que hacen deporte para perder peso empiezan a ver cómo suben sus kilos en la báscula en función del tipo o de la cantidad de ejercicio que hagan. Además, puede suponer también un cambio en nuestros procesos hormonales o afectar a nuestro sistema inmunológico o dañarnos los músculos y las articulaciones. En caso de querer llevar a cabo un determinado ejercicio de manera seria para perder peso o para modificar nuestra silueta, es fundamental contar con un profesional que nos indique cómo actuar.
Por último, sea por la razón que sea, mucha gente sigue dedicándole poco tiempo al que es uno de los mayores placeres: dormir. Dedicarle poco tiempo al sueño es de los peores males que podemos hacerle al organismo, ya que varios procesos regenerativos tienen lugar durante el sueño, además de proporcionarnos un descanso que el cuerpo precisa. Cuando hayamos conseguido mejorar este hábito diario, conviene también olvidarnos de evitar el desayuno. Esta comida del día es la más importante y no en vano: es la que nos da la energía para el momento del día en que más uso podemos darle, gracias al hecho de que nuestra mente está más despierta y nuestro cuerpo más preparado para trabajar. Además, tener un desayuno rico que nos espere tras levantarnos es una de las mejores opciones para empezar el día con energía positiva y con ganas.