Abriendo obstáculos, 2009.
La obra de Alonso de Alba es un puente tendido entre la lógica y el impulso. Por un lado, el orden preciso de los segmentos cromáticos y la distribución de las formas describen una superficie equilibrada en la balanza de la razón. Simultáneamente la irregularidad de los formatos, las líneas dinámicas, el contraste entre lo geométrico y lo orgánico, nos hablan de sentimientos que rompen el cerco de lo mesurable. Este estilo, ya inconfundible, es resultado de años de experimentación. Hablamos sin duda de una obra madura y al mismo tiempo de aliento fresco, siempre joven. Las pinturas de Alonso viven en el mismo espacio abstracto de una ecuación matemática: no como un algoritmo frío, sino como entidades que trascienden la realidad cotidiana y aspiran a reflejar lo infinito.
Alonso de Alba
(Torreón, Coahuila, 1938)
Tiene una trayectoria de más de 40 años como maestro y artista. Desde muy joven adquirió conocimientos en las diferentes técnicas de las artes plásticas, con maestros como Ángel Rivas del Campo, Leonila González, Marcela López, Fernando Aceves y Francisco Castro Leñero, entre otros.
Es autor de piezas en escultura, acuarela, dibujo y pintura. Mención aparte merece su pasión por la gráfica, disciplina en la cual encuentra una de sus mayores satisfacciones, incluso se dedica a su enseñanza desde hace más de dos décadas.
Fue miembro fundador del Taller de Grabado El Chanate. Cuenta en su haber con más de 100 exposiciones individuales y colectivas, dentro y fuera del país, la más reciente de ellas montada en el Museum of Geometric and MADI Art de Dallas, Texas.
Ha obtenido premios de adquisición en diversos concursos y ha sido distinguido en dos ocasiones por su producción plástica.