El receptor de Delfines de Miami, Brandon Marshall, estableció récord del Tazón de los Profesionales al atrapar cuatro pases de anotación y guiar al equipo de la Conferencia Americana a vencer al de la Conferencia Nacional. (AP)
Brandon Marshall capturó seis pases para 176 yardas e impuso marca en el Pro Bowl con cuatro touchdowns, con lo que ayudó a la Conferencia Americana a repuntar ayer domingo durante la segunda mitad para vencer 59-41 a la Conferencia Nacional.
Marshall, receptor de los Dolphins de Miami, anotó sendos touchdowns con atrapadas en cada cuarto, incluyendo un pase tempranero de 74 yardas y otro de tres yardas en el último período, en un partido caracterizado por varios pases capturados en jugadas espectaculares. Marshall fue seleccionado el Jugador Más Valioso del encuentro y sus cuatro atrapadas con touchdown establecieron marca en el Pro Bowl.
Los 59 puntos de la Americana fijaron marca en el Pro Bowl, y las 100 unidades que sumaron los dos equipos fue el segundo marcador más abultado y se quedó a un touchdown de los 107 tantos convertidos en 2004.
Desde el principio fue evidente que era el día de Marshall. Capturó de espaldas y con gran esfuerzo un balón desviado tras un pase de 47 yardas de Andy Dalton que coronó con el touchdown que puso adelante a la Americana por 38-35 casi al terminar el tercer cuarto. Esa fue la tercera atrapada para touchdown de Marshall en el partido, con lo que empató el récord en el Pro Bowl que consiguió Jimmy Smith en 2004.
Marshall, en su tercera aparición en el Pro Bowl, luego pescó un pase de tres yardas de Dalton que aumentó la tranquilidad de la AFC con el marcador en 52-35 a 8:25 del final y que resultó definitivo para el triunfo.
Por su parte, el receptor de Cardenales de Arizona, Larry Fitzgerald, se convirtió en el jugador con más atrapadas de anotación en la historia del Pro Bowl.
Por otra parte, en este partido vieron acción los seis pasadores convocados, tres de la Conferencia Americana y tres de la Nacional. Por la Americana abrió Roethlisberger, quien completó seis de sus 11 pases para 181 yardas con dos de touchdown y una intercepción.
Le siguieron Rivers, quien completó 11 de sus 19 intentos para un avance de 190 yardas con dos de anotación y una intercepción, y el novel Dalton, quien completó siete de sus nueve envíos para una ganancia de 99 yardas, con dos envíos de touchdown sin intercepciones.
El encuentro destacó también por la presencia de 36 caras nuevas, como los quarterbacks novatos Cam Newton de los Panthers de Carolina y Dalton de los Bengals de Cincinnati, quienes reemplazaron a sus colegas del Super Bowl, Eli Manning y Tom Brady. Su incorporación hizo que este Pro Bowl fuera el primero con dos quarterbacks novatos.
Mientras Dalton se vio ordenado, Newton tuvo una actuación horrible con problemas para mover el balón, para mantenerse en la bolsa de protección y encontrar a sus receptores. Los 48.423 espectadores que atestaron el estadio bañado por el Sol lo abuchearon.
Newton completó nueve de 27 pases para 186 yardas con dos touchdowns y dos intercepciones. Dalton, a su vez, terminó con siete de nueve para 99 yardas y dos touchdowns.
Aunque los jugadores no pudieron desarrollar gran velocidad, sobre todo en las líneas ofensiva y defensiva, y se golpeaban como si tuvieron una pelea de almohadas, el Pro Bowl tuvo momentos buenos, malos y horribles, en ocasiones en la misma jugada. Por ejemplo, Aaron Rodgers atrapó un pase enviado por él mismo. Su lanzamiento fue desviado en la línea y saltó para capturar la pelota, aunque luego retrocedió y tuvo una pérdida de 15 yardas.
Rodgers conectó 13 de 17 pases para 141 yardas y dos touchdowns con lo que tuvo un promedio de quarterback de 139,6 que fue mayor al registro de 122,5 que tiene en la NFL durante la temporada. Pero en la parte final del encuentro vio los apuros de Newton.
La Conferencia Nacional tuvo tres jugadores con al menos 100 yardas en recepciones: Tony González (siete para 114), Larry Fitzgerald (seis para 111) y Steve Smith (cinco para 118).
La Americana y la Nacional se alternaron en anotación tras anotación, y en balón perdido tras balón perdido en la primera mitad.