EFE
Jóvenes musulmanas en la mezquita de Baiturrahman, en Aceh (Indonesia). Los enamorados en Aceh se tendrán que citar hoy a escondidas o en cualquier otro lugar de Indonesia para celebrar su amor, puesto que San Valentín ha sido declarado "haram" (prohibido) por las autoridades islámicas de esa provincia. La "sharia" (ley islámica) rige este antiguo sultanato desde hace una década y cada año centenares de personas son condenadas por infracciones morales por los tribunales islámicos a castigos físicos, como azotes o latigazos, en la cruzada emprendida contra la promiscuidad, el adulterio y las modas extranjeras. Los guardias de la moral escrutan calles y plazas, rebuscan en los rincones más ocultos y se adentran en las playas para inculcar la decencia entre la juventud, aún más en el Día de los Enamorados. Están prohibidas las caricias públicas, que un hombre y una mujer se sienten juntos o paseen de la mano, tampoco tienen el visto bueno de las autoridades el alcohol, las apuestas o los vestidos indecorosos o sugerentes.