Efecto del estrés calórico en la producción y la reproducción
El estrés calórico afecta negativamente la rentabilidad y viabilidad económica de la actividad ganadera. El mayor impacto económico se aprecia en la producción y la reproducción.
Como respuesta a la hipertermia ambiental el animal ve afectados sus signos vitales como un aumento de la temperatura corporal y tasa respiratoria, alteración de la disipación de calor y del flujo sanguíneo, cambios en los niveles hormonales y composición de la sangre, alteración de la motilidad digestiva y fermentación, aumento en la susceptibilidad a enfermedades y cambios en la secreción urinaria.
La conducta de consumo de alimento se ve afectada por el aumento del consumo de agua, disminución del consumo de forraje y fibra e incremento de necesidades de electrolitos y otros minerales.
En la producción de leche se ha comprobado un efecto negativo en todas las etapas de producción, aunque en formas y proporciones diferentes. La raza Holstein y otras razas lecheras son particularmente sensibles al clima cálido. Es evidente su efecto en la disminución del consumo de alimento y del nivel de producción. Para las vacas lecheras, la principal estrategia para reducir el calor corporal es la reducción voluntaria del consumo de materia seca. Por esta razón, la reducción voluntaria en la ingestión de alimento llega hasta un 25%-50% con la obvia y consecuente reducción de la producción de leche.
Además de la estacionalidad indeseable y la disminución en la producción de leche también varía la composición de la misma. Disminuye el rendimiento en grasa y de los sólidos no grasos. Las vacas de mayor producción son más susceptibles a los efectos del calor. Las vacas que durante el periodo seco estuvieron expuestas a estrés calórico tendrán una menor producción en la siguiente lactancia.
Los efectos fisiológicos también se aprecian en el retraso en el crecimiento y problemas de salud de los animales de reemplazo principalmente en el caso de las becerras en jaulas.
Los efectos del estrés calórico en la reproducción bovina han sido estudiados ampliamente. Sus efectos adversos se han reportado en aspectos como la duración y expresión del estro, desarrollo embrionario temprano, flujo sanguíneo, relaciones hormonales y crecimiento fetal.
El ciclo estral es un evento fisiológico sensible al estrés, principalmente al ocasionado por las altas temperaturas ambientales. Disminuye la líbido y la intensidad y duración del celo, esto tiene efectos dramáticos sobre la fertilidad, principalmente en animales con problemas de adaptación como la vaca Holstein.
La temperatura afecta la reproducción en vacas notablemente, el comportamiento sexual, la folículo-génesis, ovulación e implantación del embrión.
El estrés calórico está asociado con la falla reproductiva entre otras cosas se ha asociado con el aumento en el número de óvulos no fertilizados y embriones anormales, muertes embrionarias e incluso abortos. Estos efectos se traducen negativamente en la tasa de natalidad incrementando el intervalo entre partos.
Según estudios publicados de varios años en la Comarca Lagunera puede bajar la fertilidad de 30% en los meses frescos a 10% en los meses de junio a septiembre, existiendo una relación favorable de este índice con el confort ofrecido a los animales.
Los efectos más conocidos sobre la gestación son la disminución del peso de la ternera al nacimiento, alteraciones en las concentraciones hormonales materno fetales y reducción en la producción de leche posparto.
La economía del organismo del animal se ve afectada, comprometida y superada en todos sus aparatos y sistemas especialmente en la inmunidad, el estrés calórico aumenta notablemente la susceptibilidad a enfermedades, y hace aparentes muchos problemas que no se manifiestan en condiciones de confort.
En resumen, el estrés calórico afecta la salud general de la vaca lechera, deprime el apetito, baja la producción de leche y su calidad, afecta sus constantes fisiológicas, el comportamiento sexual, los diferentes parámetros productivos y reproductivos y por ende la economía del ganadero.
En el próximo capítulo veremos cómo combatir el estrés calórico.
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