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AMVEB LAGUNA

ASOCIACIÓN DE MÉDICOS VETERINARIOS ESPECIALISTAS EN BOVINOS

MVZ.MA ARTURO C. SÁNCHEZ-MEJORADA PORRAS

Segunda y última parte

Leptospirosis Bovina, ¿qué vacuna utilizar?

En un estudio reciente se ha definido la prevalencia serológica de la Leptospirosis en la Comarca Lagunera. Se analizaron los resultados del diagnóstico de 1,146 sueros de hembras de bovinos raza Holstein, de vacas nativas y de vacas importadas de nueva Zelanda. Todos los animales nativos presentaron antecedentes de abortos e infertilidad y todas las muestras proceden de 42 establos altamente tecnificados de la región de la Comarca Lagunera, un estudio con significancia estadística. El análisis indicó que existe un 93.71% de las muestras fueron positivas a una o más serovariedades de Leptospira interrogans dejando evidencia de que existe una alta correlación entre la presentación de aborto y problemas reproductivos con la evidencia serológica de la presencia de leptospira (>80%). Por otro lado, este estudio nos permitió conocer y definir el perfil serológico en la zona y de esta manera identificar modificaciones futuras en el presente patrón antigénico contra el que debemos proteger al ganado.

Existen varias premisas que considerar en el diseño de un programa de control de la leptospirosis bovina. La primera es que en base a la información epizootiológica la decisión compete al Médico Veterinario como especialista sanitario. La segunda premisa es que la leptospira, que no tiene un signo, síntoma o lesión patognomónicos, es todo un síndrome, un conjunto de signos y síntomas complejo de evaluar clínicamente, se requiere necesariamente, como condición "sine qua non", el diagnóstico que indique la presencia de leptospira en el hato, este diagnóstico tiene que ser serovar específico. La tercera premisa es que, en base a lo anterior, hay que vacunar contra las serovares presentes en la zona, hay una falsa idea de que algunas serovares no son patógenas y todas los son. La cuarta premisa es que aunque hay algunas recomendaciones universales, cada establo presenta un comportamiento específico de cada enfermedad y tendrá que ser analizado por el MVZ responsable. La quinta premisa es establecer qué criterio de vacunación se va a utilizar, si es un programa independiente de control de la leptospirosis bovina o si va asociado, o combinación de ambos. Se ofrecen numerosos programas de inmunización y prevención de leptospirosis en ganado lechero con vacunas de leptospira polivalentes, polivalentes asociadas a vacunas virales, una monovalente con el genotipo hardjo prajitno y monovalentes con el genotipo hardjo bovis. Existen diferenciales en precios de más del 50% entre marcas comerciales con productos equivalentes. Dado que la leptospira se considera un elemento importante en las causas de aborto de origen infeccioso e infertilidad se recomienda inmunizar a los bovinos contra las 10 serovariedades del genotipo L. interrogans de mayor prevalencia en la Comarca Lagunera incluyendo la serovar L. hardjo prajitno y L. tarassovi como lo muestra el estudio, todas ellas con posibilidad de diagnóstico mediante MAT, la frecuencia recomendada es de 6 a 8 meses entre aplicaciones, en casos de muy alta prevalencia se recomienda cerrar el calendario inclusive a cada cuatro meses, ya sea en vacunaciones masivas o por grupos debe diseñarse con periodos de no más de 8 meses de intervalo. Las bacterinas con 5 serovares (L5) están fuera de toda consideración, no abarcan las serovares presentes, ni las más importantes y su costo es equivalente. Se recomienda la vacunación adicional con el genotipo L.borgpetersenii hardjo bovis del cual el bovino es huésped de mantenimiento y no es posible diagnosticarlo mediante la prueba de MAT. Aquí viene la pregunta ¿cómo vacunar vs. Borgpetersenni hardjo bovis si no tenemos diagnóstico de laboratorio? ; toda la literatura y pruebas realizadas a nivel de investigación en el mundo desde 1995, apuntan a la presencia de ésta serovar, y esto apoya la decisión. Aquí la lógica indica, ¿por qué no?, ¿cómo demostramos que no está presente sin esos mismos elementos de diagnóstico de los que carecemos? La respuesta es que, cuando hay duda no hay duda, hasta que no tengamos mejores elementos de juicio, hay que vacunar. Recuerde que el riesgo de infección depende entre otras cosas, por un lado de la presencia y virulencia del agente invasor y de la susceptibilidad del huésped (está protegido o no) y por otro el número de veces y grado en que se expone el animal susceptible a la fuente de infección, en un ambiente en que ya comprobamos que está contaminado. Apostamos a la prevención o corremos el riesgo. ¿Usted qué opina?

Consulte para mayor información al Médico Veterinario Zootecnista especialista certificado.

arturosanchezmejorada@msn.com

www.amveblaguna.com

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