Vacunas y vacunación (1ª. parte)
Dentro del Plan de Salud del Hato son de suma importancia los criterios de prevención de enfermedades enzooticas mediante la inmunización del ganado sano susceptible, en forma paralela a las medidas de bioseguridad, a la coordinación con las campañas zoosanitarias y al adecuado manejo y aplicación de los productos biológicos, en especial el manejo de la cadena fría. La vacunación tiene un impacto importante en la salud y en la productividad y bienestar del ganado, es la medida preventiva más eficaz en términos de su relación costo-beneficio. Disminuye el riesgo de aparición de enfermedades y nos ayuda a mantener el equilibrio entre manejo y medio ambiente para procurar el bienestar animal
En términos generales aplicación de una vacuna significa mucho más que el hecho mismo de aplicarla, involucra la investigación, la innovación tecnológica, la más moderna infraestructura para su desarrollo y elaboración, la vinculación de las empresas con especialistas e instituciones de investigación y el cumplimiento de numerosas Normas Oficiales Mexicanas y Buenas Prácticas de Manufactura. Estrictos controles de validación de la calidad, un adecuado manejo de la "Cadena Fría" en su distribución, manejo y aplicación, diagnósticos certeros y un servicio de asesoría técnica permanente en el campo por parte de Médico Veterinario especializado.. Esta versatilidad en la tecnología y las variaciones que dictan las condiciones geográficas, época del año, edad y estado reproductivo del ganado, en el manejo e instalaciones requieren un calendario de vacunación adecuado a cada empresa para ser adaptado a sus necesidades particulares. Para contextualizar recordaremos algunas premisas básicas.
Empezaremos definiendo ¿Qué es una vacuna? En el campo se utiliza el término genérico de "vacuna" para referirse a un producto biológico o a un inmunógeno. Este es por definición un agente o antígeno constituido por microorganismos vivos o inactivados, productos derivados de ellos o de su metabolismo (toxinas), productos obtenidos mediante procedimientos basados en la ingeniería genética o por unión de sustancias (proteínas y polisacáridos), utilizados para estimular una respuesta inmunológica. Existen varios tipos biológicos veterinarios que en general son: vacunas vivas atenuadas, vacunas inactivadas o muertas, recombinantes, sub unitarias, bacterinas y toxoides . Pueden incluir un sólo antígeno (monovalentes) o una combinación de éstos (polivalentes).
¿Cómo funcionan las vacunas? Cuando se administran las vacunas por alguna de las vías tradicionales: como son las vías intranasal, subcutánea, intramuscular, conjuntival, oral o incluso intradérmica, el sistema inmunológico del animal vacunado es activamente estimulado, de manera que muchas células especializadas en la defensa del organismo entran en actividad, dando como resultado el establecimiento de una estrategia, muy compleja, para proteger al animal vacunado específicamente contra la infección que pudiera causar el microrganismo patógeno contra el cual se está vacunando.
Desde el punto de vista inmunológico, la vacunación se considera como la inducción de una "respuesta primaria". Esto significa que en un animal sano será la primera vez que los antígenos contenidos en la vacuna entran en contacto con el sistema inmune del animal.
La respuesta inmune primaria se caracteriza por ser relativamente lenta, pero capaz de generar un proceso complejo en el que participan numerosas poblaciones de células de defensa, incluyendo macrófagos y distintas poblaciones de linfocitos, gracias a lo cual se producen, entre otras cosas, las inmunoglobulinas, conocidas como los anticuerpos; además las diferentes poblaciones de células involucradas liberan diferentes substancias como las linfocinas y las interleuquinas, todas ellas especializadas en una determinada tarea, pero orientadas a montar una estrategia para eliminar al agente extraño (antígeno vacunal) que motivó su producción. Una vez que el organismo está libre del antígeno vacunal se suspende la actividad que se generó en respuesta a la vacunación, pero queda establecido lo que se conoce como memoria inmunológica, de manera que cuando el microorganismo patógeno entra nuevamente al animal vacunado, se estimula una respuesta inmune secundaria, la cual es considerablemente más rápida, específica y efectiva. Dentro de los elementos que se generan como resultado de la vacunación destacan los anticuerpos que predominan en la sangre (anticuerpos séricos), pero que existen también en las secreciones de las mucosas, como parte de los elementos que participan en la llamada inmunidad secretora. Es importante mencionar que únicamente existen anticuerpos contra aquellos antígenos que han estimulado su producción. No puede haber anticuerpos en el suero sanguíneo de un animal capaces de reaccionar de manera específica contra un determinado microorganismo, si el animal no tuvo contacto previo con ese microorganismo. Este hecho es el que brinda sustento a las técnicas de diagnóstico que utilizan suero sanguíneo para demostrar la presencia o ausencia de anticuerpos contra los antígenos de un agente patógeno. Es conveniente recordar que las hembras gestantes transmiten a las crías la llamada inmunidad pasiva, es decir les transfieren anticuerpos ya formado y células del sistema inmune previamente sensibilizadas por antígenos que adquiere la madre. El calostro aplicado durante las primeras horas de vida juega un importante papel en la transmisión materna de inmunidad pasiva a las crías. Esta información es relevante si pretendemos inmunizar animales en edad temprana, puesto que la inmunidad materna neutraliza el efecto de la vacuna; por ello se recomienda una revacunación pocas semanas después de la primera dosis. Para que una vacunación sea posible e incluso conveniente deben cumplirse cuatro criterios fundamentales: 1. Se debe identificar en forma precisa y absoluta al microrganismo mediante un diagnóstico adecuado. 2. Tener la certeza de que una respuesta inmune logrará proteger a lo animales contra la enfermedad. 3. Estar seguro de que los peligros que representa la vacunación son inferiores a los daños que causaría la enfermedad. 4.Favorecer la inmunidad de hato.
Es indispensable entender el papel de las vacunas en la prevención de las enfermedades, pero teniendo en cuenta muy claramente el hecho de que las vacunas por sí solas difícilmente podrán resolver un problema infeccioso, si no se aplican otras medidas sanitarias básicas. En las próximas entregas comentaremos, la importancia del diagnóstico, las fallas mas comunes en la vacunación, los factores desencadenantes de enfermedad, qué vacunas utilizar y criterios de vacunación en ganado lechero.
Manejaremos 6 proyectos principales que son: 1.-Vacunas Virales (IBR, DVB citopática y no citopática,VRSB y PI3), 2.-Leptospiras incluyendo los genotipos L.interrogans con 10 serovares y Borgpetersenii hardjo bovis , 3.-Clostridios con todos sus toxotipos correspondientes, 4.-Histophilus somni (Haemophilus somni), 5.-Mannheimia haemolytica (Pasteurella haemolytica), Pasteurella multocida, y por último 6.- Fiebre Carbonosa o Antrax.. En productos con antígenos Monovalentes y Polivalentes, para cada etapa, poniendo especial énfasis en el periodo de crianza en becerras y el periodo de transición en vacas y vaquillas.
Consulte para mayor información al Médico Veterinario Zootecnista especialista certificado.
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