Un grupo de rebeldes sirios anunció hoy en París la creación de lo que denominaron "gobierno nacional sirio de transición" para coordinar la lucha de los opositores contra el régimen de Bachar al Asad.
Ese "gobierno", de carácter ejecutivo y no legislativo, explicaron, reconocieron que no cuenta con el apoyo expreso de ningún Estado y que proclama su legitimidad por representar a la "mayoría silenciosa" del pueblo sirio, aseguró uno de sus representantes, Nofal Al Dawalibi.
"No se nos conoce mucho porque somos la mayoría silenciosa", admitió en conferencia de prensa Dwalibi, hijo del presidente sirio elegido en 1961 y posteriormente encarcelado y forzado al exilio tras el golpe de Estado del partido Baaz en 1963.
En un documento distribuido a la prensa, el autoproclamado "gobierno" aseguró que cuenta con el apoyo de "oficiales y soldados libres" así como de líderes civiles, además del favor del sistema tribal que representa a la mayoría árabe, las escuelas islámicas moderadas y miembros de las comunidades alauí y cristiana.
El documento traza una serie de objetivos de ese Gobierno, que dice contar con promesas de donaciones de países del Golfo, Europa, Sudamérica y empresas estadounidenses, para coordinar la lucha contra el régimen de Damasco.
Entre sus metas se cuenta aprovisionar a los rebeldes de armas, y coordinar sus movimientos "en un plano único", buscar una "intervención militar directa, sin pasar por las organizaciones internacionales o regionales", desposeer de legitimidad Al Asad y asegurar la "seguridad y la estabilidad de Siria".
"La intervención internacional no es un deseo, es una necesidad", señaló Dawalibi.
Además, este "gobierno nacional sirio de transición", cuyos representantes dijeron que lleva cuatro meses gestándose, se comprometió a celebrar elecciones basadas en una nueva Constitución en el plazo de un año.
Según esos rebeldes, el Consejo Nacional Sirio (CNS), liderado por Burhan Galiun, no ha sido capaz de "probar que es una estructura que represente al pueblo sirio", por lo que el recién creado "gobierno" trabajará para "evitar el caos", que es "peligroso para Siria y para Oriente Medio".
"Les dimos la oportunidad de probar que podían hacer algo por la revolución", agregaron los rebeldes, quienes tildaron al CNS de "decadente" y criticaron su apoyo a una "resistencia pacífica".
Ahad Al-Ashquar, otro de los rebeldes presentes en la conferencia de prensa organizada en un hotel de París, en la que aseveraron que no se puede derrotar al régimen de Damasco "pacíficamente", declaró que "el silencio de la comunidad internacional es cómplice de los crímenes" que se cometen en Siria.
Según sus fundadores, el "gobierno" contará con 35 ministros en Siria y siete "asistentes" en el exterior, aunque no revelaron aún sus nombres por "motivos de seguridad".
Aseguraron que seguirá solo "la agenda del pueblo sirio" y no la de ningún otro país, como Turquía o Irán.