El Papa Benedicto XVI apoyó hoy el trabajo de los obispos de Estados Unidos a favor de una reforma migratoria en ese país y los animó a seguir empujando por una ley que permita la unificación de las familias.
El pontífice hizo estas declaraciones ante un grupo de prelados de diversas diócesis de la Unión Americana a quienes recibió durante una audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano.
El líder católico inició su mensaje, pronunciado en inglés, elogiando los esfuerzos de los clérigos por impulsar una respuesta al fenómeno de la inmigración en ese país, “según las mejores tradiciones de la Iglesia en América”.
“Las comunidades católicas en Estados Unidos continúan, con gran generosidad, a acoger olas de nuevos inmigrantes para darles a ellos cuidado pastoral y asistencia caritativa, y para sostener los itinerarios que llevan a regularizar su situación, con especial referencia a la unificación de las familias numerosas”, indicó.
“Un especial signo de esta atención –agregó- es el empeño de larga data de los obispos estadounidenses por una reforma migratoria”.
Además animó a los obispos a trabajar para incorporar el “rico patrimonio de fe y cultura” presente en numerosos grupos de inmigrantes, entre los cuales destacó a los hispanos, los asiáticos y los católicos africanos.
Por otra parte, el obispo de Roma advirtió que se avecina una era en la cual la fidelidad a los valores católicos “podría costar caro” en un contexto caracterizado por el progresivo debilitamiento de los valores cristianos tradicionales.
“(En ese entorno) la verdad de Cristo no debe ser sólo comprendida, articulada y defendida sino que debe también ser propuesta con alegría y con seguridad como la llave de una verdadera realización humana del bienestar de la sociedad toda”, apuntó.